La Nave Va
David Martínez
Artista teatral. Licenciado en la ESAD de Murcia en 1996
y miembro fundador de La Nave Va.
Profesor del Postgrado de Arts Escèniques i Acció Social del Institut del Teatre
y de la Universidad de Girona.
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La compañía teatral catalana La Nave Va, se creó en el año 2000 apostando por el teatro contemporáneo comprometido con los retos sociales. La primera producción fue Restos humanos sin identificar y la verdadera naturaleza del amor de Brad Fraser en El Mercat de les flors de Barcelona. El espectáculo fue premiado y aplaudido por la crítica, pero a pesar del éxito me surgieron muchas dudas relacionadas entre el arte y el mercado, de cuál era el perfil del público asistente, así como su impacto transformador. Tras la visita de Augusto Boal y la formación de Teatro del Oprimido en Barcelona, amplié los límites de cómo, dónde y con quién hacer teatro y aparecieron nuevos referentes de teatro aplicado como Jouni Piekkari, o Allan Owens ofreciendo otras posibilidades de hacer teatro.
Empecé a combinar la creación de espectáculos, con procesos creativos en diferentes contextos como cárceles, personas sin hogar, inmigrantes y otros grupos de personas en riesgo de exclusión social. Y empecé a crear talleres participativos de sensibilización, sobre diferentes temáticas. Ofrecemos más de quince talleres-espectáculo, que combinamos con formaciones y trabajo de investigación artística. Al combinar diferentes formas de práctica teatral, ha generado que se interconecten y se enriquezcan entre ellas, teniendo claro que lo más importante es lo que genera la propuesta, no tanto su ejecución. Como nos recuerda Yoshi Oida1 con la pregunta “¿Has visto la luna?” Lo importante es que el público vea la luna, no al actor que la señala.
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Figura 1: Como quien oye llover. |
Por La Nave Va han ido pasando diferentes artistas. Actualmente, el núcleo está integrado por Elisabet Aznar, Elisa Ballardin y David Martínez, acompañados por un grupo de artistas que participan en diferentes proyectos, que suman unas 300 actuaciones al año, llegando a más de 6.000 personas. Trabajamos principalmente en Catalunya, pero también hemos viajado a otras provincias españolas o diferentes países, mayoritariamente europeos.
Nuestro último espectáculo ha sido Como quien oye llover, del cual compartiré aspectos del proceso de creación, que me han enriquecido como dramaturgo y director. Estamos en un mundo donde la realidad se modifica y se nos presenta cada vez más como un espectáculo, con tintes de ficción y alimentada con fakes news. Entonces se produce la sensación que, para compensar, el teatro tiene que despojarse de la ficción y así darle un lugar digno a la realidad. En este sentido el teatro verbatim (teatro documental) es una propuesta interesante, que nos ha permitido explorar otras posibilidades.
Cuando pensaba sobre qué tema elegir, me salpicó la realidad de la muerte masiva por anoxia de miles de peces de la laguna del Mar Menor en agosto de 2021. Era una opción que tenía en la cabeza, pero este hecho fue determinante para elegir la problemática del Mar Menor como el centro de la creación escénica. Tener en la mente la imagen de los peces que mueren porque no pueden respirar, me conectaba con mi asma y mis fases de ahogo, cuando algo me sobrepasa. Mi cuerpo empatizó rápidamente, la sensación de falta de oxígeno, de sentir que te ahogas es terrible, el organismo tiende a tensarse y a generar ansiedad. Y pensando en el mar, reflotaron algunos recuerdos, como cuando Jacques Chirac decidió hacer pruebas nucleares en Mururoa y destruir kilómetros de Océano Atlántico, o las imágenes de activistas de Greenpeace, intentando taponar la tubería, por donde salían las toneladas de residuos mineros en la Bahía de Portman, o las fotos de la catástrofe del Prestige en la costa de Galicia. Impactos que están en el mar y han quedado grabados en mi memoria, en mi ser. Esto me recuerda que somos biografía y que ella nos va definiendo e impulsando a tomar decisiones. El mar grita, nos llama la parte más desconocida de la tierra, el símbolo del inconsciente, donde a veces, nos cuesta adentrarnos.
La situación del Mar Menor es una situación compleja, pero tenía la certeza de que podría servir para reflejar la relación que tenemos con la naturaleza como sociedad. Y así poder descubrir mejor cómo se genera este desequilibrio. Pero siento que debo salir del marco informativo de grandes titulares, que me hacen sentir que tengo conocimiento, pero en realidad me convierten en un ignorante encubierto. Empiezo a disparar preguntas sin respuesta, que me llevan a otras preguntas alimentando mi curiosidad y así arranca el proceso de investigación.
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Figura 2: Como quien oye llover. |
Origen del título. Me pareció muy interesante saber que, en el séquito de Moctezuma, emperador de los aztecas, iba siempre un joven que ocupaba el cargo de sacerdote del dios azteca de la lluvia, que tenía la función exclusiva de escuchar e interpretar el sonido de la lluvia, ya que creían que el dios de la lluvia les enviaba mensajes por medio de cada aguacero. Mensajes que tenían en cuenta para tomar sus decisiones. A los conquistadores españoles les sorprendió tanto su ocupación y su abstracción cuando escuchaba la lluvia, que acabó siendo el centro de sus burlas. “el que oye llover”, así fue como lo llamaron y así ha sido como esta expresión ha pasado a tener el significado actual en sentido despectivo de referirse a “como quien oye llover” como quien parece que no se entera, cuando en realidad parece que era todo lo contrario. Por lo tanto, tenemos el reto de aprender a escuchar los mensajes de la lluvia, de la naturaleza.
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Figura 3: Como quien oye llover. |
En el mes de septiembre de 2021 empecé con las entrevistas y las primeras lecturas sobre el tema. Una persona te lleva a otra, un artículo a un libro y el libro a una persona y se ha ido creando como una bola de nieve, poniendo todo un universo en relación. Ha sido un ejercicio de escuchar, escuchar y escuchar, abriendo la percepción para poder entender a través de la mirada de los otros. Ha sido fascinante y muy intenso a la vez. En muy poco tiempo se crea una red increíble, que te da acceso a personas muy sabias y muy generosas. Me he sentido como un auténtico privilegiado al poder acceder a tantos testimonios interesantes. Algunas entrevistas, ya daban contenido para hacer casi una obra. El reto de sintetizar ha sido cada vez mayor. Sentía una gran responsabilidad en transmitir con rigor la enorme complejidad de la situación.
Ha sido un reto seleccionar lo más relevante del momento histórico que vivimos, y no confundirlo con el ruido de la actualidad. La carencia de una buena perspectiva lo dificultaba. No es habitual encontrar obras así en los teatros porque requiere inmediatez. Ahora pienso en la propuesta teatral Jauría (2019) con dramaturgia de Jordi Casanovas, que también se solapó con la realidad, ya que la sentencia no reconocía el delito de violación y las protestas sociales estaban activas. Aunque en este caso el texto no fue fruto de una investigación, sino de una selección de fragmentos de la grabación del juicio de “La manada”, lo cual facilitó un proceso más lento.
Para crear el texto, hice entrevistas a personas de Murcia, Catalunya, Mallorca y Valencìa. Han sido un total de 38 personas entrevistadas, repitiendo en algunos casos durante el 2021, 22 y parte del 232. Todas las personas han sido importantes para poder comprender mejor lo que está ocurriendo y construir el texto, pero querría destacar y agradecer la ayuda de Eduardo Salazar, Juan Giménez, Pablo Sánchez, Pablo Rodríguez y Teresa Vicente por su interés y generosidad.
Los perfiles han sido diversos, como sociólogos, economistas, agricultores, ingenieros agrónomos, abogados medioambientalistas, biólogos, políticos de diferentes partidos, ecologistas, activistas, profesores de universidades, de derecho administrativo y de derechos de la naturaleza, o un representante de cooperativa de agricultores, un psicoterapeuta, un capellán, un pescador, un consultor medioambientalista, un fotoperiodista, un etnólogo, una escritora, un ilustrador y un historiador.
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Figura 4: Como quien oye llover.. |
Hacer buenas entrevistas no es fácil, he ido aprendiendo a mejorar las preguntas, a adaptarme a la persona entrevistada, a escuchar con intuición dramatúrgica y sobre todo a recoger las respuestas de la manera más neutra posible. La información se va ampliando y enriqueciendo los puntos de vista, hasta que llega un momento que la información y los puntos de vista empiezan a repetirse y te das cuenta que empiezan a aparecer los límites de la investigación.
Muchas lecturas me han ayudado a contextualizar la situación con una mirada más global de lo que ocurre en el Mar Menor, en relación con el momento histórico, os comparto las más significativas en el apartado de bibliografía. Para poder ordenar la cantidad de información recogida, fue necesario hacer un retiro de quince días al Pirineo de la Vall Fosca, donde realicé transcripciones de los audios y visualicé la obra teatral en capítulos para empezar a crear la narrativa. Lo curioso es que el personaje principal era la naturaleza, simbolizado por el mar, pero era un personaje sin texto que iba a encarnar Evelyne como bailarina. Lo iba incorporando con acotaciones que permitieran su presencia e interacción de una forma intuitiva, para que sirviera de base en la fase de creación de los ensayos, del que iba a ser el personaje protagonista.
Empezamos la producción sabiendo que El Canal de Salt/Girona se sumaba como coproductor, lo que nos permitía tener más recursos y un mayor equipo artístico3. En el planteamiento escénico nos autocensuramos realizar proyecciones para que todo fuera generado por la acción actoral. Al tener tanto texto informativo, sentía la necesidad de poetizar la propuesta, donde los datos pudieran ser un elemento más y dejar un espacio simbólico en busca de sensaciones. La primera decisión fue apostar por un elemento principal transformable que fue una tela de 30 x 5 metros, acompañada de cuerdas y poleas para manipularla.
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Figura 5: Como quien oye llover. |
Al tener tantos personajes, decidí hacer una polifonía, donde no importara tanto quien hablaba, cómo lo que decía. Los actores tenían que captar la esencia de cada personaje, pero no tenían que copiarlos. La idea era que los cuatro actores eran un solo cuerpo que representaban la diversidad de opiniones de las personas frente a la naturaleza. Esto nos llevaba a trabajar físicamente cerca del coro griego. Puigdevall diseñó un vestuario para los cuatro actores con las mismas tonalidades, para dar la sensación de ser una unidad. Tanto los hombres, cómo las mujeres, con una falda-pantalón, inspirado en el zaragüel murciano y esparteñas que usaban los huertanos. A veces se podía identificar quién hablaba y otras no, pero no importaba, Ona Mestre enfatizaba el trabajo de fluidez del cuerpo y la sensación de ser parte de un grupo interdependiente. Teníamos presente el trabajo de la compañía británica DV8 Physical Theatre en su trabajo con el Verbatim.
Para la presentación del personaje del mar, empezamos a trabajar la transición física de entrar al agua. Una acción simbólica de retorno al origen de la vida. El vestuario del mar, fue más complejo de elaborar, ya que está compuesto de una base llena de cientos de cintas de colores, para crear la sensación de movimiento del agua. La parte delantera era una combinación de azules y la posterior se añadía una gama de naranjas y rojos. Fue increíble saber, que de forma intuitiva, habíamos utilizado las tonalidades de colores que marcan el efecto del calentamiento global de los océanos. Para transformar el espacio, exploramos las acciones que se podían generar en cada escena en relación con la tela gigante, que simbolizaba la amenaza, y así favorecer el aspecto visual y simbólico. El personaje de la naturaleza iba poco a poco encontrando su lugar de interacción. David Sitges creó una canción que fue ajustando para darle fuerza a la presentación del personaje de la naturaleza. Poco a poco se fue creando un entramado dramatúrgico con el movimiento, la música, la tela, la luz, etc., que lo hacía inseparable. Sin darnos cuenta estábamos creando un ecosistema vivo interdependiente, donde la acción de cada miembro repercute en la del otro. Éramos un grupo de artistas bastante heterogéneo y eso nos permitía tener diferentes perspectivas del trabajo. José Manuel colaboró en la fase creativa ayudándonos a armonizar los espacios de ensayo y neutralizando posibles geopatías o memorias que no favorecían para la creación de la obra. Ha sido una práctica pionera que queremos seguir explorando.
Después de dos años de trabajo de documentación, estrenamos la obra en Girona el 12 de octubre de 2023 en el Festival Temporada Alta. La fecha coincidía con el cuarto aniversario de la primera mortandad masiva por anoxia en el Mar Menor, que fue el 12 de octubre de 2019. Teresa Vicente vino a la primera representación, y se reunió con los concejales del ayuntamiento de Girona para asesorarlos sobre los derechos de la naturaleza. Al finalizar la función, todo el público se puso en pie al unísono con fuerza; es algo que no recuerdo haber vivido anteriormente. Los coloquios fueron variados, y destacaron que la obra recogía el pensamiento principal de los ecologistas, de las últimas décadas. La mayoría del público desconocía la situación del Mar Menor y muchos aspectos que salían en la obra.
Nos sorprendieron gratificantemente las opiniones de algunos jóvenes:
No me gusta el teatro. Soy hiperactiva y el hecho de estar en un sitio quieta, durante muchas horas me agobia, pero pintaba bien… empezó preguntándonos uno de los actores ¿qué era el mar para nosotros? Y ahí empezó todo, los actores supieron engancharme, el diálogo, los gestos. ¡La verdad es que me encantó!! Este teatro me hizo pensar mucho en las cosas. Y al final, es de lo que se trata, de pensar, reaccionar y actuar. Mil gracias.
La encontré muy interesante. Hicieron un relato muy comprensible y para todos los públicos de todos los hechos. Muy importante también, el protagonismo que dieron al movimiento social y el simbolismo de la bailarina contemporánea. Agradezco la iniciativa, por un tema nada visto en los teatros, pero, muy actual y necesario, como es el medio ambiente.
Me fascinó. Encontré que se daba todo tipo de información sobre el Mar Menor, pero sin ser muy cargada. Una obra muy dinámica, con mucho sentimiento, pero además, con muchos conocimientos ambientales que consigue crear conciencia ambiental y social. 10/10.
Después de las funciones, nos solían preguntar si la obra iría a Murcia. Y finalmente la obra en su décima representación llegó al Teatro Circo de Murcia, el 11 de mayo de 2024. Era la primera vez que se representaba íntegramente en castellano. Muchas de las personas entrevistadas estaban en el patio de butacas. Desde el primer segundo se notaba una gran expectación en la sala, los actores lo notaban y estaban mucho más sensibles y emotivos. Una función especial. El público se puso en pie y siguieron con atención el coloquio posterior conducido por Lucía Hernández, donde participaron María Casalduero y Ramón Pagán junto a los miembros de la compañía. Además, Teresa Vicente fue aplaudida en su primera aparición pública, después de recibir el premio Goldman (Nobel de ecología). Finalmente, parte del público subió a escena con banderas y pancartas para hacerse fotos con el equipo. La obra la habían sentido suya. La obra había funcionado en Catalunya, y ahora había hecho vibrar al público murciano.
En esencia, Como quien oye llover, nos habla del exceso... De querer más y más sin límite en nombre del progreso, de no planificar, de tener una lógica de bulimia capitalista, de bufet libre, de comer hasta ahogarse, de quedarse sin oxígeno, de maltratar un cuerpo, de colapsarlo... De la estupidez humana, de la crisis espiritual, de la desconexión con nosotros mismos, con nuestras raíces y con la naturaleza. Ha sido un proceso lleno de aprendizajes, tanto artísticos como humanos. Ahora nos toca difundirlos, y hacerlos evolucionar en otras propuestas artísticas. A raíz de este proceso hemos creado el taller Teatral Paraíso verde para denunciar el greenwashing y estamos empezando a elaborar una obra breve, basada en el conflicto medioambiental, para representarla en aulas de secundaria.
Para acabar, felicitar a la ESAD de Murcia por la organización de las Jornadas de Teatro de creación. Fueron un excelente punto de encuentro y reflexión, donde pude conocer proyectos muy interesantes e inspiradores. ¡Qué necesario es tener creadores, que ayuden a humanizar más este mundo! ¡Qué necesario es escapar de la narrativa distópica, y aprender a imaginar futuros diferentes! Y como dice Enric Sala en su fantástico libro La naturaleza de la naturaleza, para transformar, tenemos que ir directos al corazón. Buen viaje.
Bibliografía
Dunyò, P. (2021). Romper la tierra. Raig Verd Editorial.
Herreros, Y. (2021). Los cinco elementos. Arcadia Editorial.
Méndez, B. (2023). Lodo. Editorial Lengua de Trapo.
Paniker, R. (2021). Ecosofía. Fragmenta Editorial.
Quecedo, A. (2021). Gritar lo que está callado. De Conatus Publicaciones.
Rodríguez, P. (2023). El mar que muere. Editorial Balduque.
Romera, C. (2022). Antropocéano. Editorial Planeta.
Sala, E. (2022). La Naturaleza de la Naturaleza, Barcelona, Ed. Ariel.
1 Yoshi Oida es actor, director teatral, miembro de la compañía de Peter Brook, del cual hemos recibido formación.
2 Entrevistas: (E. Salazar 2021, 22, 23), (Sergi Nus, 2021), (J. Giménez 2021,22, 23), (J.A. Gómez, 2021), (F.G. Casalduero, 2022), (J. Martínez, 2022), (T. Vicente, 2022), (M.G. Casalduero, 2022), (A. Pedreño, 2022), (P. Conesa, 2022), (M.G. Pérez, 2022), (A. León, 2022), (V.Carrión, 2022), (I. Rubio, 2022), (F.A. Fernandez, 2022), (P. Sánchez, 2022), (C. López, 2022, 23), (B. Martínez, 2022), (R. Navia, 2023), (A.P. Ruzafa 2023), (J. Tarrados, 2023), (J. M. Mallarach, 2023), (J. M. Chica Sola, 2023), (T. Llobet, 2023), (A. Esteban, 2023), (C. Ventura,2023), (F. Giménez, 2023), (T. Garcia,2023), (P Rodriguez Ros, 2023), (B. Méndez, 2023), (G. Aparicio 2023), (E. Canet 2023), (T. Conesa 2023), (J. Cutillas 2023), (A. Sánchez 2023), (P. Costa,2023), (C. Cean, 2023), (P. Baños, 2023)
3 Equipo Artístico. Intérpretes: Àngels Bassas, Adrià Diaz, Paula Fossati, Evelyn Rossie, Manel Sans. Composición musical y ambiente sonoro: David Sitges- Sardà. Asesoramiento energético de espacios y procesos: José Manuel Chica Casasola. Diseño de luces: Pep Arumí. Coreografía y movimiento: Ona Mestre. Espacio escénico: Pablo Paz. Vestuario: Carme Puigdevall. Vídeo: Antonio Sánchez. Ayudante de dirección: Carme Val y Dramaturgia y dirección: David Martínez