En “Juncal”, una serie de TV, se presentaba diciendo que era “natural de Carmona, Sevilla, y enraisao con Masarrón, provincia de Murcia”. Y hasta la canción que se oía al principio de todos los capítulos, hacía referencia a su tierra: “…que arma la marimorena, un torero de Sevilla con sangre murciana en sus venas”.
Como es natural, se ganó la admiración y el cariño de sus paisanos. Y no es difícil encontrar en cualquier pueblo de Murcia, aunque también por toda España, calles, plazas, jardines o centros culturales con el nombre de Francisco Rabal.
Tampoco puede olvidarse, como ejemplo del constante orgullo de sus orígenes, versos tan hermosos como estos:
…Y porque yo, lo que quiero
no es ser murciano del año,
sino lo que siempre he sido
desde que nací: murciano”.
****
…que sin llamarnos a engaño
prefiero, por halagüeño,
si vuelvo a tener escaño,
ser mil veces aguileño
que el aguileño del año.