
Calentamiento
Había llegado el final de curso y unos niños estaban muy contentos. ¡Por fin llegaban las vacaciones! (Se pide a los niños que gesticulen alegría).
Un buen día de verano, unos padres les dijeron a sus hijos, que como ya no había cole, iban a pasar el día en la playa.
Así que el padre, la madre y sus tres hijos se montaron en el coche para iniciar el viaje. (Para escenificar el viaje a la playa, agruparemos a los alumnos de 5 en 5. Los niños se colocarán en dos filas, la de delante de dos, y la de detrás de 3. En la fila delantera, el niño colocado a la izquierda simulará que es el conductor del coche, llevando las manos hacia delante y colocando los puños como si asiera el volante. El niño de la derecha será el copiloto y los de la fila de atrás los pasajeros. Los tres alumnos de la fila de detrás se cogerán de las manos por el lado del cuerpo que se queda unido al compañero y colocarán el brazo en el hombro del compañero de delante, formando así el armazón del coche).
Para que el camino se hiciera más corto, decidieron escuchar la radio y, como la canción era muy divertida, aprovecharon para cantar y divertirse con ella. (En esta parte de la actividad reproduciremos la canción “El auto de papá" y, al escucharla, el docente dramatizará cada acción que aparece en la canción y los alumnos tendrán que imitarlo. Por ejemplo, cuando pasen por el túnel andaremos agachados, cuando haya curvas, nos desplazaremos en zigzag, cuando suene el pito, simularemos que tocamos el claxon. Cuando haya baches, iremos saltando, y cuando vaya lento, disminuiremos la marcha del desplazamiento. Luego escucharemos la canción “El verano” de Cantajuegos https://youtu.be/8JHcQe5vv-w?si=uW7TGj6ot-pCEn_j).
Una vez que llegaron a la playa, los niños estaban tan cansados que se acostaron en su toalla para tomar el sol. (Los alumnos se tumbarán en el suelo boca arriba).
- ¡Qué a gusto se está en la playa, sintiendo el sol en el cuerpo y oyendo las olas del mar! - dijo la madre.
- Pero, ¡madre mía! ¡Qué calor está haciendo! Creo que vamos a nadar un rato. -dijeron los niños al unísono. Y se fueron metiendo al agua poco a poco. (El alumnado se pondrá de pie y caminarán en dirección al supuesto mar, zona que habremos podido señalar de alguna forma en el suelo previo a la actividad o se lo indicaremos de palabra cuando inicien el movimiento. Una vez alcanzado el “Mar”, se les pedirá a los estudiantes que dramaticen como si estuvieran entrando en el agua, metiendo un pie, primero, luego otro, sintiendo el agua fría al entrar con gestos de temblor por el frío en el cuerpo… Primero, harán como que meten un pie y después el otro).
- ¡Oh! ¡Qué fría está! ¡Mejor será que me meta por completo ya y comience a nadar! - comentó Laura, la hija mediana. (Se les pide a los infantes que tiemblen como si tuvieran frío y luego que imiten que se tiran de cabeza al mar elevando los dos brazos y escondiendo la cabeza entre ellos, para continuar gesticulando como si estuvieran nadando, elevando los brazos de forma alterna haciendo círculos a la vez que caminan).
- ¡A mí ya se me ha pasado el frío! - dijo Juan Pedro, el hermano mayor, mientras flotaba en el agua mirando a su alrededor.
- Madre mía, ¡qué profundo está! No hago pie. - dijo Fran, el hermano menor.
- Podríamos bucear, me encantaría ver lo que hay en el fondo del mar- añadió Juan Pedro mientras se colocaba las gafas de buceo. (Los niños simularán que se colocan las gafas de buceo, se tumbarán boca abajo en el suelo y moverán los brazos y las piernas de forma coordinada, de modo que avancen con el brazo derecho y la pierna izquierda y, luego, el brazo izquierdo y la pierna derecha y así sucesivamente, con patrón de reptación).
- ¡Guau, mira que peces tan preciosos! Me está encantando el fondo del mar- dijo Fran cuando sacaron la cabeza del agua para respirar.
- Pero, ¡qué cansado es nadar y bucear, voy a descansar un poco haciendo el muerto! - dijo Laura. (Los alumnos se tumban boca arriba y mueven los brazos arriba y abajo y abren y cierran las piernas sin levantarlos del suelo).
De repente, notaron arena en el culete y se dieron cuenta de que la marea los había arrastrado hasta la orilla y se sentaron.
Cerca de ellos, había unos niños haciendo un castillo con la arena y un poco más allá, un cangrejito caminaba marcha atrás.
- ¡Qué difícil tiene que ser andar para atrás todo el rato! - comentó Juan Pedro.
- Pues yo quiero ser un cangrejo, voy a hacer lo mismo que él- le contestó Fran. (Se les pide a los estudiantes que, estando sentados, levanten los glúteos del suelo y queden apoyados en pies y manos con la barriga hacia el techo y en esta posición, caminen hacia atrás intentando mantener los glúteos fuera del apoyo del suelo).
De repente, se dieron cuenta que había más cangrejos cerca y los estaban mirando un poco amenazadoramente.
- Mejor será que nos alejemos de ellos, no vaya a ser que nos pinchen. - dijo Laura. (Se pide a los alumnos que se levanten y caminen libremente por todo el espacio).
Cuando llegaron de nuevo a su toalla, exclamaron:
- ¡Qué buen baño nos hemos dado! Ahora que estamos fresquitos, creo que lo mejor será jugar un poco con la arena. ¡Vamos a hacer un castillo de arena con una gran muralla! -dijo Juan Pedro. (Dramatizamos que estamos en la playa jugando con la arena con un cubo y una pala moldeando un castillo de arena en el aire con las manos).
Parte central
Al terminar de hacer el castillo, los niños se dieron cuenta de que en la playa estaban pasando muchas cosas a la vez. Por un lado, había un grupo de adolescentes jugando al fútbol playa, otros estaban jugando al vóley playa, otros, a la petanca y, finalmente, los que estaban más cerca de la orilla, estaban jugando a las palas.
- ¡Madre mía, cuántas cosas chulas se pueden hacer en la playa! Con tanta opción no sé qué es lo que me apetece hacer. Lo mejor será que paseemos por todos los rincones para aprender todos los deportes del verano y ver cuáles son nuestros favoritos- dijo Fran a sus hermanos- ¿Os venís? -.
Y los tres hermanos se fueron a jugar por la playa.
(Dividiremos al alumnado de la clase en cuatro grupos y el espacio en 4 estaciones. Los alumnos irán rotando en sentido de las agujas del reloj, al cabo de 5 minutos de la actividad planteada, pasarán a la siguiente estación).
En una estación estarán jugando al “fútbol playa” usando una pelota ligera de plástico. Sólo podrán darle, con el pecho, la cabeza o con el pie. Para poder jugar al fútbol se subdividirá el pequeño grupo en dos, habiendo un mínimo de tres niños en cada equipo, uno de ellos jugando en el papel de portero. Es conveniente fijar en esta estación unos márgenes a modo de portería, utilizando picas y conos para acotar el espacio, sino se dispone de porterías reales.
Otro equipo estará jugando a las “palas” dónde usaremos raquetas de bádminton a modo de palas con plumas, o con la mano como sustitución de las raquetas si nos las tenemos y unas bolas de plástico pequeñas y los estudiantes se tendrán que pasar la bola/pluma. Para esta actividad, colocaremos a los niños por parejas.
El último grupo jugará al “vóley playa” donde pondremos una cuerda que haga de red y tendrán que pasar el balón (globo) al otro campo para marcar los puntos. Para realizar esta actividad también subdividiremos este equipo en dos.
Finalmente, el último grupo estará jugando a la “petanca”. Si no se tiene un juego de petanca, se pondrá una pelota de tenis a modo de boliche, y el resto de los niños jugará con una pelota de plástico pequeña o similar.) Véase el Anexo V.
Vuelta a la calma
Después de jugar un rato a todo, los hermanos se dieron cuenta de que se lo habían pasado fenomenal, pero que estaban muy cansados de tanta actividad y necesitaban hacer algo un poco más tranquilo.
- Tenemos que pensar a qué jugamos ahora. - Comentó Laura.
Después de un momento, se le ocurrió una idea a Juan Pedro. - ¡Ya lo sé, vamos a jugar a la bomba!
- Para eso necesitamos más gente.- Le contestó Fran.
- ¡Pues vamos a llamar a más amigos!- Comentó Laura.
(Hacemos un gran círculo para jugar a la patata caliente. Nos quedamos de pie y nos vamos pasando una pelota de mano en mano, mientras el docente cuenta. Cuando llega a 30, dará una palmada y el niño que tenga la pelota en la mano en ese momento, es al que le “explota” la pelota y se tendrá que dar la vuelta y jugar de espaldas. Variaremos la actividad, introduciendo sucesivamente más pelotas de los anteriormente empleados en la sesión. Si le vuelve a tocar a un niño que está de espaldas, esta vez le tocará sentarse en el suelo).
Después de un tiempo…
- ¡Madre mía, qué día tan emocionante! Mejor me acuesto un rato a descansar y tomar el sol, mientras escucho música- dijo Laura. (Les pedimos al alumnado que se tumben en el suelo boca arriba y hagan respiraciones profundas mientras escuchan dos veces, la canción “Es verano” de Andrés Meseguer https://youtu.be/n7r9BwvEZwQ?si=IGWuVWqHMNXZAhg9).
Ficha técnica.
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Objetivos:
- Conocer algunos de los juegos típicos del verano: petanca, palas, vóley playa, fútbol playa.
- Realizar movimientos cada vez más coordinados mejorando nuestro esquema corporal.
- Trabajar correctamente de forma cooperativa.
- Aprender a trabajar por estaciones de trabajo, rotando por ellas de forma correcta.
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Edad recomendada:
- 5 años
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Tiempo aproximado:
- 40 – 50 minutos según lo que alarguemos las estaciones y el juego de la bomba
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Unidad didáctica sugerida:
- El verano
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Valor trabajado:
- La cooperación, respetar y valorar el entorno
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Materiales:
- Pelotas
- Globos
- Petanca (opcional)
- Raquetas de bádminton con plumas de bádminton (opcional)
- Altavoz para reproducir música
