
Calentamiento
Había una vez un niño llamado Alexander que soñaba con trabajar en el circo. Todo el día leía libros del circo, veía vídeos sobre el circo y buscaba información sobre los diferentes espectáculos que se daban en los circos.
Estaba tan completamente convencido de que ese era el trabajo de sus sueños, que decidió que, cuando llegara el circo a su ciudad, se presentaría para trabajar en él. Pasaron los años y por fin esto ocurrió, el circo llegó a su localidad y fue el primero en presentarse allí para ver si conseguía un trabajo. (El alumnado se coloca de pie y comienza a andar por todo el espacio como si se dirigieran al circo).
Cuando llegaron allí, los dueños del circo le entrevistaron y le preguntaron qué papel quería realizar dentro del circo. Alexander se quedó atónito, puesto que nunca lo había pensado. Todas las profesiones del circo le gustaban, pero no tenía ni idea de cuál se le daría bien, ya que no había practicado ninguna de ellas.
El dueño del circo al ver que Alexander estaba súper deseoso de trabajar allí, le dijo que podría probar con los diferentes oficios para ver cuáles eran sus habilidades.
Parte A de la sesión
Primero, probó a ser un zancudo y tuvo que andar un buen rato por la pista subido a los zancos. (Les damos zancos al alumnado y les pedimos que anden libremente por el espacio).
Después, intentó ser un funambulista y pasar por encima de la cuerda sin caerse y saltar desde el trampolín. (Se les pide a los niños que caminen por encima de una cuerda o línea que habremos puesto en el suelo, colocando un pie delante de otro (talón - punta) lo más cerca posible, poniendo un pie delante del otro y después, caminarán por un banco y saltarán al suelo haciendo alguna forma en el aire mientras saltan).
A continuación, probó suerte como domador, usando el látigo con destreza, moviéndolo en el aire como si fuera una serpiente e, incluso, saltando con él (colocamos a los estudiantes separados para evitar accidentes y les repartimos cuerdas o cintas a modo de látigo con las que tendrán que saltar a la comba, agitarlas para crear serpientes en el suelo y hacer círculos en el aire).
El siguiente trabajo que intentó fue el de payaso. Hacer reír es muy difícil. Los payasos del circo le dijeron que una de las partes claves del espectáculo que más le gustaba al público, era cuando al payaso se le metía una araña en la espalda e intentaba quitársela. (Se les pide a los niños que gesticulen como si se les hubiera metido una araña por la espalda y después se tumben en el suelo y repten boca arriba desplazándose por el suelo sin despegar la espalda del mismo, y luego se den la vuelta y repten con la barriga en el suelo).
Parte principal
Parte B de la sesión
Como seguía sin decidir qué quería ser, Alexander probó a ver si podría ser “el forzudo” e intentó levantar unas pesas. (Les pedimos a los alumnos que hagan sentadillas sujetando una pica que tiene dos conos a los lados y que gesticulen como si pesara mucho cuando intenten levantarla).
También quiso probar a ser equilibrista que conducía un monociclo. (Le damos a los niños triciclos o bicis sin pedales para que conduzcan con ellas por el espacio).
Luego, decidió que podría ser malabarista y empezó a lanzar pelotas de una mano a otra intentando que no se le cayeran. (Le damos una pelota a cada niño para que la tire al aire y la coja. Después tendrán que lanzar la pelota al aire, pero teniendo que dar una vuelta o una palmada antes de cogerla evitando que caiga al suelo. Finalmente, se colocarán por parejas tríos y se pasarán la pelota entre ellos evitando que caiga al suelo).
Finalmente, Alexander intentó ser un león que tenía que pasar de un salto por el gran aro de fuego. (El docente sujeta un gran aro, mientras el alumnado tiene que pasar por en medio del aro sin tocarlo).
Cuando terminó de realizar todas esas pruebas y ejercicios, estaba agotado y se dio cuenta de que ser miembro del circo requería mucho esfuerzo, trabajo y dedicación.
Vuelta a la calma
Alexander se sentó en el suelo para pensar y descansar. (Se pide a los alumnos que se sienten en el suelo y respiren profundamente 4 o 5 veces). Tras un rato de reflexión, decidió que ya sabía a lo que se quería dedicar, sería el encargado de cuidar a los miembros del circo y, después de cada actuación, les daría un masaje, les llevaría una bebida fresca, o les pondría música para que se relajaran y no les doliera nada, después del esfuerzo que realizaban cada día, para hacer feliz a la gente. (Los sentamos por parejas, uno acostado en el suelo y el otro sentado para que se den masajes por turnos el uno al otro).
* Nota de la autora 8: La sesión está diseñada para realizar estaciones de trabajo con 4 equipos independientes. Véase anexo III. Primero, se realizará la parte de la sesión con las 4 primeras propuestas y luego las otras 4. El tiempo destinado a cada estación será de 4-5 minutos, pasado ese tiempo, tendrán que rotar a la siguiente actividad. Una vez que han rotado por todas, nos ponemos en gran grupo para realizar la vuelta a la calma. Si se alarga mucho la sesión, podréis realizar solo una parte o elegir las 4 estaciones que estén más acorde a las necesidades del alumnado.
El espacio se puede dividir en dos partes desde el inicio, con sus 4 estaciones delimitadas por conos y picas, señalando cada estación y primero solo utilizar una parte del espacio total donde se desarrolla la clase y luego la segunda. Pero, si el espacio de trabajo es pequeño, aconsejo delimitar las 4 estaciones de rotación y colocar el material de la primera vuelta (parte A de la sesión) y después cambiar el material por el de la parte B.
Ficha técnica.
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Objetivos:
- Desarrollar la coordinación motriz y el equilibrio en el niño.
- Mejorar la memoria de trabajo y la atención a través de la interpretación de un cuento motor.
- Aprender a trabajar por estaciones de trabajo, rotando a través de ellas.
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Edad recomendada:
- 5 años
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Tiempo aproximado:
- 45 minutos
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Unidad didáctica sugerida:
- El circo
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Valor trabajado:
- Bondad
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Materiales:
- Zancos
- Cuerda
- Banco suizo
- Picas y conos
- Triciclos o bicis
- Pelotas
