12 meses, 12 cuentos para mover el cuerpo en Educación Infantil. Elena Llópez García

6.- Cuentos Motores

5. En busca de los Leprechauns
ilustración del cuento
Calentamiento

Había una vez un grupo de niños/as que querían encontrar a unos duendes mágicos llamados Leprechauns, (unos duendes muy ricos, que tenían unas ollas llenas de oro), para pedirles un poco de ese dinero y, así poder repartir todo su oro con la gente que lo necesitara del mundo.

Así que decidieron que emprenderían un viaje por el bosque para ir a buscarlos. (Los niños se desplazarán de forma libre por todo el espacio).

Al poco rato de comenzar su marcha, se encontraron con un sapo de ojos saltones, y le preguntaron dónde podían encontrar a los Leprechauns, y este les dijo que, para encontrar a los duendes mágicos, debían imitar su ritual y así aparecerían. (Se colocarán los niños por parejas e imitarán a una rana, agachándose con las piernas separadas y los brazos delante del cuerpo entre las piernas a la vez que dicen “croac”, “croac”).

Aunque hicieron lo que el sapo les dijo, los duendes no aparecieron. Así que, como no consiguieron nada, continuaron con su camino. (Los niños volverán a desplazarse andando por el espacio).

Al cabo de un rato, vieron un gran árbol y decidieron escalarlo a ver si, desde su cima, lograban ver cuál era su ubicación. (Los niños elevarán el brazo derecho con el codo estirado y luego doblarán el codo y elevarán el brazo izquierdo a la vez que flexionan la cadera y rodilla izquierda elevándola del suelo, para luego apoyarla de nuevo en el suelo y pasar a hacer lo mismo con la derecha, imitando que trepan por el árbol, trabajando de forma coordinada y alterando brazo- pierna contraria).

Cuando el árbol notó a los niños en sus ramas, les preguntó, - ¿qué pretendéis? ¿No veis que con tanto peso se van a romper todas mis ramas? -.

Parte principal

Los niños le pidieron perdón y le contaron que estaban buscando a los Leprechauns para pedirles un poco de su oro y así poder regalárselo a la gente desfavorecida. El gran árbol les dijo que seguro que el gran búho sabio sabría dónde encontrarlos, puesto que estaba posado en la roca de la sabiduría a unos metros de distancia. Entonces, los niños comenzaron de nuevo su marcha, pero esta vez más rápido para llegar a la roca en seguida (los niños comienzan a correr por todo el espacio).

Cuando llegaron allí, le contaron al búho sus intenciones y el búho les dijo lo siguiente:

  • Para encontrar a los Leprechauns, tendréis que entrar en su reino mágico y para ello tenéis que escucharme atentamente y seguir fielmente mis instrucciones. Primero, debéis pasar por ese sendero, pero es muy estrecho por lo que tendréis que caminar con un pie pegado al otro, dando pasos de hormiguita, de tal manera que tenéis que llevar mucho cuidado para no tropezar-. (Los alumnos tendrán que andar por las líneas del suelo caminando con un pie delante de otro pegados tacón-punta).
  • A continuación, llegaréis a una gran explanada. Pero la explanada está llena de hoyos, por lo que tendréis que esquivarlos para no caeros dentro-. (Los educandos se desplazarán saltando fuera de los aros colocados en el suelo en zigzag).
  • Al salir de la explanada el camino se bifurca en dos, y veréis dos rocas grandes al principio de cada uno, tendréis que coger el camino de la roca que sea más grande. Desde ahí, deberéis seguir el camino vosotros solos. Al final, encontraréis una gruta que tendréis que explorar.
  • ¡Qué tengáis mucha suerte! - les dijo el búho mientras se alejaba volando. (Los niños llegarán andando hasta dos aros que habremos colocado en el suelo y deberán mirarlos y seguir caminando por el lado en el que esté colocado el aro más grande, formando un gran círculo al caminar alrededor de él).

Atravesaron el camino y llegaron a la gruta. Cuando entraron, estaba todo oscuro y tuvieron que llevar mucho cuidado para no caerse (se coloca a los niños por parejas y en fila, enfrentados unos a otros mirándose. Después colocarán las manos apoyadas en los hombros del compañero de modo que formen un túnel humano. Los del extremo que consideremos inicio, se agacharán y cogerán de la mano y atravesarán el túnel andando de forma coordinada. Al llegar al extremo del túnel considerado final, se colocarán de nuevo como parte del túnel para que los demás compañeros puedan pasar. Cuando todos hayan pasado, se disolverá el túnel).

Al salir de la gruta, encontraron a un ciervo que les dijo que, para seguir el camino, debían coger una piedra cada uno y ponérsela entre las piernas y continuar así, ya que era la forma de entrar en el reino mágico. (Se proporciona una pelota a cada alumno, para que se la coloque entre los tobillos haciendo presión con las dos piernas para que no se caiga. Una vez hecho esto, avanzarán dando saltos con ella intentando que no se caiga. (Unos 10-15 saltos)).

Al cabo de un rato, oyeron unos sonidos que parecían crear música, así que decidieron seguir el ritmo del sonido, a ver si así encontraban una pista de cómo seguir. (Ponemos música a ser posible con ritmos variados y le pedimos que sigan el ritmo golpeándose con las manos en las rodillas, dando palmas, o golpeándose los hombros, mientras tienen la pelota colocada entre las piernas. O hacemos ritmos diferentes con el pandero para que se muevan al ritmo marcado).

Al hacer música, un sendero se fue marcando a su paso.

Por si tenían que volver, decidieron ir dejando las piedras que habían cogido por el camino. (Se les pide a los niños que se coloquen por parejas. Uno de ellos le lanzará la pelota al compañero a la altura del pecho y el compañero se la devolverá haciéndola rodar por el suelo 5 veces y luego cambiarán, de forma que el que hacía rodar la pelota, la lanzará a su compañero a la altura del pecho y el compañero se la devolverá haciéndola rodar otras cinco veces. Finalizados los ciclos, dejarán la pelota en el suelo).

Al terminar el sendero, apareció un gran prado. Una vez allí oyeron una voz misteriosa que les dijo:

  • Debéis formar un corro y cantar una canción a la vez que vais girando, primero hacia un lado y después hacia el otro. (Se pide a los niños que formen un gran corro unidos por las manos mientras giran alternando hacía la derecha y la izquierda cada vez que completan una vuelta mientras cantan los tradicionales "Corro de la patata" y “Que llueva, que llueva”).

De repente, justo cuando los niños/as terminaron de cantar, como si el cielo les hubiera estado escuchando, se puso a llover y tuvieron que salir corriendo. (Los niños salen corriendo para buscar refugio y se reparten por todo el espacio).

  • ¡Oh, no! ¡Ahora que casi lo habíamos conseguido! ¡Con el buen día que hacía! -exclamaron los niños algo tristes.

Después de correr un rato, se dieron cuenta de que no había ningún refugio cercano y que el suelo se había llenado de charcos por lo que los tendrían que esquivar para no mojarse ni resbalarse. (Siguen corriendo y, al dar una palmada el profesor, se suben encima de cualquier material que tenga altura: escaleras, sillas, bancos, colchonetas, ladrillos…).

Vuelta a la calma

Al cabo de un rato, con la misma rapidez con la que se había puesto a llover, volvió a salir el sol y brillaba un gran arco iris en el cielo. Al verlo, los niños/as lo comprendieron todo y dijeron:

  • Los Leprechauns se transportan a través del arco iris, ¡ya sabemos lo que tenemos que hacer, el arco iris nos llevará directos a ellos! (Se les pide a los alumnos que se cojan de la mano por parejas y anden por encima de una cuerda que habremos colocado en el suelo formando un semicírculo a modo de arco iris).

Una vez al otro lado, encontraron a los duendes y les contaron sus deseos. Los Leprechauns se dieron cuenta de que era una causa muy noble y deciden darles una de sus marmitas de oro para ayudarlos. Los niños se pusieron muy contentos e iniciaron el camino de regreso a casa, cogiendo entre toda la gran marmita. (Los alumnos se cogerán de la mano realizando un gran círculo a modo de marmita gigante y avanzarán hacia delante a la vez que van girando en el gran corro).

Pero, cuando salieron de la zona mágica del bosque y volvieron a la gruta se dieron cuenta de que la gran marmita de oro había desaparecido.

  • ¿Qué ha pasado?, se preguntaron todos los niños, - ¡el oro y la marmita han desaparecido! Los niños se quedaron pensativos durante un rato, y al cabo de un tiempo uno de ellos dijo:
  • ¡Volvamos a hablar con el gran búho sabio! Los niños deseosos de respuestas se dirigieron a hablar con el búho. (El alumnado reiniciará su marcha dando grandes zancadas para avanzar más rápido).

Cuando encontraron al búho, este les dijo que no tenían el oro de los duendes, porque este era oro mágico y sólo existía en su reino, por eso, cuando habían salido de él, había desaparecido, pero que, si de verdad querían ayudar a los más necesitados, tendrían que sentarse en el suelo y pensar soluciones para este problema. (Los alumnos se sentarán realizando un gran círculo en el suelo y pensarán posibles soluciones sobre cómo pueden ayudar a las personas necesitadas. Realizaremos una lluvia de ideas donde cada alumno aportará sus propias soluciones. Para que quede constancia de las aportaciones, los estudiantes las pasarán al plano gráfico: dibujándolas, escribiéndolas, o copiando con la ayuda del docente el comentario que ha hecho, en un trozo de papel o post-it, haciendo así su pensamiento visible. Después se pueden pegar todas las ideas en una cartulina de forma ordenada, realizando “un mapa web” con las soluciones aportadas, véase anexo 2, para, posteriormente, pegarlo en el aula y así dejar constancia de ellas. Es aconsejable que cada alumno escriba su nombre en su aportación, por si se vuelven a repasar las aportaciones con posterioridad en algún momento). Véase anexo II.

Después de tanto pensar y de la gran aventura vivida, los niños estaban tan cansados que decidieron acostarse un poco a descansar a ver si soñando se les ocurrían nuevas ideas.

Y colorín, colorado el cuento de los Leprechauns, se ha terminado.

* Nota de la autora 6: La metacognición final con la lluvia de ideas, se podrá realizar en el lugar donde se ha desarrollado la sesión de psicomotricidad, o en la propia aula del alumnado en cualquier momento.

Ficha técnica.
  • Objetivos:
    • Coordinar adecuadamente los movimientos corporales.
    • Ser conscientes de que hay gente en situaciones desfavorecidas y proponer soluciones para intentar ayudarles.
    • Desarrollar la empatía por las personas menos favorecidas.
  • Tiempo estimado:
    • 40 minutos
  • Unidad didáctica sugerida:
    • El bosque
    • Los fenómenos atmosféricos
  • Valor trabajado:
    • La empatía y la solidaridad
  • Edad recomendada:
    • 4 o 5 años
  • Materiales:
    • Aros grandes
    • Aros pequeños
    • Pelotas
    • Material con altura: colchoneta, banco, ladrillos de plástico…
    • Material de escritura
    • Papel o post-it
Ilustración 6: Materiales necesarios para el cuento 5 (elaboración propia).
Ilustración 6: Materiales necesarios para el cuento 5 (elaboración propia).
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