De Murcia a Mursiya: un viaje en el tiempo

2. De MURCIA a MURSIYA:
un viaje en el tiempo


La semana pasada en clase de Lengua el profe preguntó si sabíamos qué era “un sabio”.

Yo empecé a pensar recordando lo que nos ha enseñado el profe: - Cuando escuchéis una palabra nueva, para entender su significado, buscad de qué familia viene y nos ayudará a entenderla.

Enseguida relacioné “sabio” con “sabiduría” y “saber”. Me dije, un sabio tiene que ser una persona que sabe y que debe saber mucho.

Luego el profe siguió preguntando:

-¿Conocéis a alguien que sea sabio?

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Esta pregunta era más difícil para mí. ¡Cómo voy a conocer a un sabio! Yo conozco a los famosos que salen en la tele, en Boing o en canal Disney y en las series, pero no salen sabios. Creo que los sabios son personajes imaginarios que aparecen en los cuentos o en las películas antiguas. Me vino a la mente un cuento que leí: "Un sabio distraído", sobre un niño que se fijaba en lo que nadie se daba cuenta y por eso era capaz de averiguar y resolver de un modo diferente lo que otros no conseguían o no podían.

Y el profe, como nos veía con cara rara, siguió preguntando:

- ¿Habéis visto a algún sabio por la calle? Pensé: este profe está mayor; cada día dice cosas más raras ¡Un sabio por la calle, en Murcia! ¡Qué locura!

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Al día siguiente, en clase de Sociales comenzamos a estudiar Historia y dibujamos la línea del tiempo de la Historia de la humanidad. Me quedó muy chulo mi dibujo. Y, si os digo la verdad, la época que más me gustó fue la Edad Media.

De pronto, el profe dijo: - Daniela, imagínate que tuviésemos una máquina para viajar por el tiempo, ¿en qué época te gustaría estar?

Yo lo tenía muy claro. Me gustaría vivir en un castillo de la Edad Media, con sus torres y murallas, con princesas, caballeros y reyes.

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Gonzalo no tardó en levantar la mano y decir: - A mí también, quisiera ser un caballero, con caballo, armadura, una gran espada y conquistar nuevos reinos.

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Entonces, el profe nos anunció que íbamos a hacer una visita. Una visita especial. Una visita virtual en el tiempo. ¡Vamos a viajar a Murcia durante la Edad Media! Vamos a conocer a las personas que vivían entonces en Murcia, cómo era la ciudad, los edificios que existían (y que algunos existen todavía o por lo menos sus restos), lo que se escribió en aquella época, la música que escuchaban y los instrumentos con los que tocaban, las oraciones que rezaban…¡Qué chulada, qué guay!!

¡Ah, y lo mejor, teníamos que venir disfrazados, vestidos como personajes de la Edad Media!

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El viernes, por la mañana, fue el día elegido para realizar la visita. Todos aparecimos en la clase vestidos con ropajes me-dievales: Andrés, Carlos y Hugo de escuderos, Irene, Carmen, Cristina P. y Sofía P. se vistieron de damas; disfrazadas de reinas iban Carla D, Daniela y Lea; Paul y Pablo B. eran los trovadores; con manto y corona real llegaron Alberto y José Manuel; Jorge, Guillermo y Jaime de heraldos, también aparecieron hechas unas princesas Carla S, Ana, Ethel y Cristina C.; Sofía F. y Olga eran las damas de la corte y disfrazados de arqueros llegaron Pablo H, Fran y Gonzalo.

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imagen: Freepik.com

El profe dijo: -Vamos a viajar en el tiempo. Viajaremos a Murcia en la Edad Media y para llegar necesitamos ir a visitar el Museo de la Ciudad. ¡Adelante!

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Museo de la Ciudad de Murcia

Llegamos a las puertas del Museo de la Ciudad todos vestidos de época. Al entrar a la planta baja, el profe nos pidió que nos pusiéramos alrededor de una gran maqueta de madera que representa la ciudad de Murcia medieval en tiempos de los musulmanes, de Mursiya, que significa “mojada” o “aguada”, junto al río Segura toda rodeada de murallas, en la que se podían ver las doce puertas de la ciudad con sus grandes torres. ¡Qué impresionante! Yo me imaginé paseando dentro de sus murallas por las calles estrechitas.

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(Vídeo: Amurallamiento de Medina Mursiya: https://www.youtube.com/watch?v=VpG_4Go6OPg)

El profe, emocionado, nos hacía imaginar cómo sería nuestra ciudad ocho siglos antes. El viaje en el tiempo había comenzado. Nos invitó a cerrar los ojos y dijo en latín, una de las lenguas que se hablaba entonces: Alumni, nos intrare ad Murciae historia. ("Alumnos, entramos en la historia de Murcia").

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En ese momento, las grandes puertas del museo misteriosamente se cerraron de golpe, el museo se oscureció, la maqueta de la ciudad se iluminó. Todos quedamos sorprendidos y en silencio, cuando de repente escuchamos una voz que parecía venir de una sala cercana y que gritaba: ¡Alfonso! ¡Alfonso!, ¡Alfonsooo!

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Acuarela del pintor J. M. Falgas

Todos miramos al unísono hacia la puerta de la sala de donde procedía aquella voz y ante nuestros ojos apareció una sombra y tras ella un personaje con una gran barba y un turbante en la cabeza, túnica y babuchas en los pies y una pequeña antorcha en la mano.

Carlos dijo: ¡Hala, va vestido como mivecino en el desfile de los moros en septiembre!!

-Calla, calla, que te va a oír -dijo Sofía P.

Ninguno podíamos disimular nuestro asombro al verlo y él tampoco pudo disimular su sorpresa al vernos a todos juntos.

Rápidamente, Gonzalo sacó una libretica que llevaba y lo dibujó con su lápiz.

Se llevó la mano al pecho y mirando al profe, dijo en árabe: -Salam alaikum, que es su saludo y significa: "La paz esté contigo".

Y el profe le contestó en latín: - Pax et bonum, que significa Paz y Bien.

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Más tarde, el profe nos explicó que estas lenguas se hablaban entonces en nuestra tierra murciana.

Él nos miró con sus grandes ojos y dijo:

- ¡Qué bien, sois niños de mi época, de la Edad Media, y como veo por vuestros trajes, sois cristianos! Debéis ser amigos de Alfonso. ¿Lo habéis visto? No paro de llamarlo, pero no me contesta.

Y volvió a llamar: - ¡Alfonsooo!

Pablo H soltó: - Señor, en nuestra clase no hay ningún Alfonso.

- Y, usted, ¿quién es?, ¿sale en algún desfile de moros y cristianos?, preguntó con curiosidad Carmen.

- Disculpad, no me he presentado -dijo el personaje-. Me llamo Mohammed, aunque me conocen como Al-Ricotí. Nací en Ricote, un pueblecito cercano, en el siglo XIII.

Pero, decidme, ¿dónde ha ido Alfonso?

- Y dale "Perico al torno" con Alfonso -dijo Ana - ¿quién es ese Alfonso?

- Pues, Alfonso, el rey Alfonso- contestó.

- Este está un poco "despistadico". No sabe que el rey se llama don Felipe-susurró Paul.

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- El rey don Alfonso X, mi rey- insistió.

- Se refiere al rey Alfonso X El Sabio, como lo conocemos ahora- dijo el profe. Precisamente este año 2021 celebramos que hace 800 años nació en Toledo.

- Oiga, señor, y ¿por qué lo busca con tanto interés? - preguntó Cristina C.

- Os cuento: - Su majestad el rey Alfonso y yo somos antiguos amigos.

- Pero, ¿muy, muy antiguos? ¿Cómo Ethel y yo que estamos juntas desde que íbamos a la "guarde" con 2 años?- preguntó Sofía F., casi sin respirar.

- Un poco más de tiempo- contestó con una leve sonrisa. ¡Somos amigos desde hace más de 770 años, casi ocho siglos! Nos conocimos aquí en Murcia en el siglo XIII. Somos muy aficionados a los juegos de mesa y desde hace siglos nos gusta reunirnos a jugar al ajedrez.

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- ¡Qué atraso! Pues que se pongan wifi y jueguen online, como hacemos los de clase cuando acabamos los deberes- exclamó con impulsividad Gonzalo, creyendo haber solucionado la situación. El extraño personaje continuó:

- El rey Alfonso juega muy bien e hizo escribir un libro sobre juegos y sobre el ajedrez que se tituló Juegos diversos de Axedrez, dados y tablas.

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Imagen incluida en el 'Libro de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X el Sabio'
(Vídeo canción: Alfonso y el ajedrez. https://www.rtve.es/infantil/serie/lunnis/video/videoclip-alfonso-sabio-ajedrez/4257771/ )

Últimamente nos reunimos en este museo, en una sala del primer piso donde se recuerda la historia del Rey y jugamos nuestra partida de ajedrez. Antes nos veíamos en un precioso palacio que fue construido por el rey Lobo y que estaba cerquita de aquí en un cabezo que hoy se llama el Castillejo de Monteagudo. Sí, donde ahora hay una escultura gigante de un Cristo con los brazos abiertos, seguro que lo habéis visto.

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Representación del Castillejo-Monteagudo. Pintura Museo de la Ciudad. Murcia

Pero hoy estando a mitad de la partida se ha levantado rápidamente y ha desaparecido. Por eso lo iba buscando cuando os he visto aquí. Yo sé que el rey Alfonso sigue estando muy ocupado y os preguntaréis, ¿cómo tan ocupado desde hace 8 siglos si ya no reina en Murcia?

Mirad, don Alfonso quedó enamorado de estas tierras, su espíritu y recuerdo siguen estando presentes para cuidar sus grandes aficiones y pasiones: el saber, la cultura y el arte. Él sigue haciendo posible que los murcianos podamos disfrutar del arte y la cultura y que cada día deseemos saber y aprender más.

Le gustaba tanto esta tierra que dejó escrito que, al morir, su corazón se quedase en Murcia y hoy se conserva en la catedral, junto al altar mayor. Aunque, anteriormente, estaba en el Alcázar Nasir (Alcázar Mayor) de Murcia, palacio-fortaleza que se encontraba donde está ahora la iglesia-museo de San Juan de Dios.

- Y ¿por qué le llamaban el Sabio?, ¿era su apellido?- preguntó Guillermo.

- No, era así como se le conocía porque desde pequeño, como vosotros que sois todavía infantes, le gustó aprender, escribir, hacer música, la astronomía, las lenguas, las leyes, la historia y también investigar.

- No lo entiendo, -interrumpió B-, cuando estudiamos las etapas de la Historia, al hablar de la Edad Media, leímos que la mayoría de los reyes solo se preocupaban de las batallas, de los ejércitos, de sus caballos, de las relucientes armaduras y algunos ¡no sabían leer ni escribir!, como la mayoría de la población que era analfabeta.

- Sí, vamos, que eran un poco “brutitos e incultitos”- exclamó con voz suave Andrés.

-Ya veis,- continuó Al-Ricotí - Alfonso fue desde niño un Infante diferente, distinto, creativo, curioso y se le ocurrió aprender y hacer lo que otros no hacían en su época, lo que no estaba de moda, como decís ahora. Cuando era pequeño, su abuela se preocupó de que tuviese una buena formación y educación.

- ¡Qué listicos son los abuelos! El mío me relata muchas historias y cuentos antiguos. Y, también, cuando en verano en la huerta tenía mucho "azogue", se bañaba en la "acieca", cerca de la "ceña" y le daban una buena "zurraera" con la albarca -volvió a comentar Andrés.

Y Pablo le dijo: -Pues mi abuela lo hace todo bien y le salen unas comidas riquííísimas. Y si no, los paparajotes que hace el día del Bando de la Huerta. ¡Qué hambre me está dando!

Ssssss... Chicos, seguid escuchando a Al-Ricotí - les dijo el profe. Y añadió: - Puede, usted, continuar, señor.

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Alfonso X. Escudo Universidad de Murcia

Al-Ricotí, con gesto de agradecimiento, prosiguió:

- Mientras otros solo se preocupaban de conquistar castillos y tierras, Alfonso, además, quiso reunir a las personas más sabias de su reino para que juntos creasen centros culturales, aunque fuesen de distintas religiones o hablasen diferentes lenguas y formó el primer centro de estudios superiores al que llamaban "madraza", que se considera que fue la primera escuela o universidad de Murcia. Yo tuve el honor de formar parte de este grupo. Si observáis el escudo de la Universidad, veréis que aparece la imagen de Alfonso X.

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Rápidamente, y con gran curiosidad, Fran sacó su tablet y buscó en internet: "Al-Ricotí ". Y quedó impresionado al leer que fue el primer rector de la universidad murciana. Que en aquella "madraza" o universidad se enseñaba Filosofía, Lógica, Geometría y Medicina, también Derecho y Matemáticas, enseñanzas que él conocía, además de la Retórica, Dialéctica y Música.

Y Al-Ricotí las enseñaba y podía dar las clases en árabe, hebreo, latín y romance. ¡Vaya figura, seguro que sacaba un 10 en todo cuando era pequeño!

Al-Ricotí guardó un silencio inquietante y con voz profunda dijo:- ¡Seguidme!

Todos nos quedamos mirando al profe a ver qué decía. Antes de llegar al museo, nos había insistido en que estuviéramos siempre a su alrededor y, por supuesto, no tocásemos nada.

El profe le preguntó que adónde nos llevaba y Al-Ricotí contestó: - No temáis, quiero que vengáis conmigo al primer piso. Ahora que no está Alfonso os voy a enseñar la sala que tiene en este museo.

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Primera planta del Museo de la Ciudad. Murcia

El profe asintió con un gesto y todos le seguimos por la escalera central. Al entrar en la sala, había en una esquina una mesa de madera antigua con dos sillas enfrentadas. Sobre la mesa, un tablero de ajedrez con las piezas de marfil y en la esquina un candelabro con las velas encendidas. Todos nos quedamos sorprendidos. Este sí que era un viaje chulo al pasado.

Pero, ¿dónde se habrá metido este hombre? Yo sé que anda muy ocupado siempre con todas las actividades culturales y artísticas que se desarrollan en el reino y que han hecho que Murcia sea una ciudad muy importante junto a Sevilla y Toledo, pero está tardando mucho, -continuó Al-Ricotí.

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Foto - Museo de la Ciudad

Bueno, os sigo contando...

Alfonso X se ocupó de fomentar la poesía. Le encantaba escribir poemas que todavía hoy conservamos.

Al-Ricotí señaló, entonces, un cuadro con una reproducción de la Cantiga 169, una canción dedicada a la Virgen del Arrixaca. ¡Mirad que preciosidad!, también la ilustraban con dibujos, es decir, la "iluminaban".

- José Manuel preguntó: - Pero, ¿escribió 169 canciones?

- No, muchas más. Fue un rey trovador. Las Cantigas de Santa María son unas 420 en total y algunas son muy conocidas.

- ¡Joo, pues ha hecho más canciones que David Bisbal! -exclamó José Manuel.

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IImagen: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/rey-tres-culturas-corte-alfonso-x_10258
(Vídeo: El rey Trovador – Las cantigas: https://www.youtube.com/watch?v=Q7jv9-vprCA )

El rey Alfonso X consiguió un gran desarrollo y promoción cultural en aquella época y unificó el idioma castellano como lengua oficial del reino.

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Libro de los juegos. Dominio público

Fue un adelantado de su tiempo, consiguió algo que todavía hoy, 8 siglos después, nos cuesta conseguir. Él logró un gran espíritu de convivencia, ya que, sin distinción de raza y religión, todos podían aprender y adquirir conocimientos. Convivían y trabajaban juntos judíos, musulmanes y cristianos consiguiendo vivir con respeto a pesar de tener diferentes religiones y costumbres. A él mismo le gustaba llamarse "rey de las tres religiones". Vamos, que hicieron realidad la integración e interculturalidad, como se dice ahora.

Sabed que el rey Alfonso X el Sabio concedió a la ciudad de Murcia la celebración de una feria anual que durase dos semanas, asegurando la participación de todos los vecinos, tanto musulmanes como cristianos o judíos.

- Pero, ¿con coches de choque y tiovivo? - preguntó Cristina P.

- Hoy seguís celebrando la feria en septiembre, aunque es muy distinta a la que se hacía entonces -continuó Al-Ricotí, que cada vez hablaba con más admiración de su rey. ¡Ah!, también otorgó permiso para celebrar el mercado de los jueves, que entonces se hacía en la plaza de Santo Domingo.

El profe nos miró y dijo: -Alumnos, prestad atención, hoy estamos viviendo una experiencia excepcional, abrid bien los ojos, los oídos y el corazón porque el día de hoy, que es 2 de febrero, no lo olvidaréis nunca.

No había terminado de hablar, cuando el maestro Al-Ricotí le interrumpió:

- ¡Anda!, ¿has dicho que hoy es el día 2 de febrero? ¡Seguidme, seguidme, ya sé dónde está el rey!

- ¡Vamos, chicos!- indicó el profe.

Bajamos la escalera principal en penumbra siguiendo la luz de la antorcha de Al-Ricotí. Al llegar frente a la gran puerta del museo, apagó la antorcha y las puertas se volvieron a abrir. Salió con rapidez a la plaza de las Agustinas y todos le seguimos como cuando salimos al recreo, pero deseando saber qué ocurría.

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Museo de la Ciudad - Murcia

- ¡Qué nervios!- decía Pablo B. a Irene. -Sí, ¡qué emocionante! - contestó ella.

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Escultura Virgen de la Arrixaca. Plaza Agustinas

Nuestro anfitrión se detuvo de golpe en la plaza rodeada de naranjos junto a un pedestal y explicó:

- Mirad, ya sé qué ocurre. El día 2 de febrero se celebra el aniversario de la reconquista de Mursiya por los reyes cristianos y de cuando la mezquita mayor se convirtió en la Iglesia mayor de Santa María, que hoy es la catedral. Entonces, para celebrarlo, se organizó una procesión con la imagen de la Virgen María, que pudo ser la imagen del Arrixaca y que es como esta imagen que veis sobre el pedestal de la plaza.

- ¿Y por qué se llama del Arrixaca? - interrogó Lea.- Igual nació allí, en la Arrixaca, como yo.

- ¡Qué gracia! Antes, la Arrixaca no era un hospital. "Arrixaca" era el nombre del barrio que se encontraba a las afueras de la muralla en el que se encontraba la imagen de la Virgen en nuestra época y es donde se sigue encontrando todavía hoy.

El personaje siguió caminando a buen paso y nosotros le seguimos muy intrigados. Hugo, Alberto y Jorge estaban deseando llegar y se adelantaron a los demás.

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Al poco, nos situamos en la puerta de la Iglesia de San Andrés, junto al museo Salzillo.

Al-Ricotí nos hizo un gesto para que guardásemos silencio y susurró:

- Escuchad. Desde aquel 2 de febrero del año 1.266, todos los años este día, el Rey Alfonso, para celebrar la Reconquista de Murcia, viene a la capilla de la Virgen del Arrixaca, que se encuentra en el mismo lugar donde estaba en el siglo XIII. A esta imagen, el rey le tenía gran devoción, ante ella rezaba y le escribió la Cantiga 169. Fue tan importante que la nombraron patrona del reino de Murcia.

- Pasad conmigo, seguro que encontramos aquí al rey Alfonso X el Sabio, en su capilla.

Entramos sigilosamente y descubrimos la siguiente escena: En el centro de la capilla de la Arrixaca estaba la imagen de la Virgen del Arrixaca.

- ¡Qué pequeñica!, pero, ¡qué bonica es! -exclamó Ethel.

- Y es dorada. ¡Qué cuqui! - pensó Carla D.

El rey estaba de rodillas frente a la Virgen rezando. Comenzaron a sonar instrumentos medievales, la capilla se inundó con el sonido de las flautas, un pandero y con la fragancia y el humo del incienso. El Rey se puso en pie, se quitó la majestuosa capa, dejó en el asiento su corona real y, de pronto, el rey Alfonso X el Sabio, comenzó a cantar y a danzar ante la Virgen:

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www.lahornacina.com


"A que por nos salvar,
fezo Deus Madr’e Filia,
se sse de nós onrrar,
que non é maravilla..."


("La que por salvarnos,
hizo Dios Madre e Hija,
no es maravilla que quiera,
ser honrada por nosotros ...")


(Vídeo de Cantiga 169 a la Virgen del Arrixaca: https://www.youtube.com/watch?v=gOpB0dt2_gc )

¡Era la Cantiga que Soledad, la profe de música, nos había enseñado en clase! -exclamó asombrado Jaime - Creo que es la 169.

¡Todos nos pusimos a danzar y a cantar ante la Virgen del Arrixaca! ¡Cómo el rey Alfonso X El Sabio!

Cuando la música fue desapareciendo y el humo se fue disipando, un rayo de luz, que entró desde la cúpula, hizo brillar de forma especial la imagen dorada de la Virgen del Arrixaca y descubrimos que ante ella, ¡solo estábamos el profe y nosotros! Todos quedamos en silencio y pensativos durante un buen rato.

Al salir de la capilla, el profe dijo:

- Recordad, siempre que nuestra historia y nuestras tradiciones forman parte de nuestra vida. ¡Habéis conocido a El Sabio!

Cada día, al ir caminando hacia el cole con mi familia, paso frente a la escultura del rey Alfonso X en el paseo que lleva su nombre junto a la Redonda, lo miro y me digo:

"No olvides tu historia. Yo también puedo ser sabio".

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Alfonso X de González Moreno-murcianazarena.com



Paco Vivo García
Ilustraciones: Consuelo Amorós Gil
800 Aniversario del nacimiento del rey Alfonso X El Sabio.

En Murcia 2.021

La libertad es amiga de la naturaleza,
que la aman no tan solamente los hombres.
(Rey Alfonso X en la Ley 13 de Las 7 Partidas)

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