Juan Francisco Jordán Montés

El Alma en el Limes
(Arte en el Aula)

El testimonio de los artistas

En este apartado reproducimos las manifestaciones y los sentimientos de los artistas, fotógrafos y pintoras, que han colaborado generosamente en la génesis de este libro, porque de sus testimonios es posible extraer diversas enseñanzas y estímulos para convertirnos, a nosotros también, en creadores y en generadores de belleza, de ayuda mutua y de reflexión y meditación. En realidad El alma en el Limes, es un libro en el que se aúnan imagen y palabra escrita, un palimpsesto de fotógrafos, pintoras y dibujantes, con cuya participación, en efecto, se ha reescrito por completo una obra anterior del autor sin divulgar (En la frontera), dotándola de un carácter más completo y complejo. La finalidad de la obra, como dijimos, es difundir entre los jóvenes (de 16 años en adelante) los valores éticos, la trascendencia de lo Femenino (con mayúscula) y la contemplación de la Naturaleza a través del espíritu y del arte.

Estas son las palabras de los artistas que nos han ayudado, y que bien pueden inspirar vocaciones en los niños y jóvenes.

Los fotógrafos

Juan Carlos Lorente

(www.flickr.com/photos/juancarloslorente)

<No me resulta fácil escribir unas líneas sobre mí cuando el medio con el que me expreso habitualmente es la imagen. No acostumbro a definir mi trabajo o mis inquietudes porque no tienen una clara motivación ni finalidad. Durante toda mi vida estuve buscando una disciplina que me permitiese plasmar sobre elementos materiales mi forma de ver los objetos y la realidad que me rodea. No tuve formación en ninguna de las artes plásticas lo que limitaba cualquier intento. Si bien mi carrera profesional desde muy temprano se encauzó a la creación de imagen, esta se generaba en un ordenador a partir de elementos ya existentes en su mayoría. Pero la fotografía se cruzó en mi camino. La curiosidad me picaba al ver realizar instantáneas a los también fotógrafos y amigos Pepe Martínez Esparcia (www.flickr.com/photos/pepemartinez) y Manuel Sagredo (www.flickr.com/photos/manuel_sagredo). Del primero aprendí todo lo que se ha de saber para empezar en esta disciplina, la técnica. Del segundo a mirar con otros ojos y a distorsionar la realidad. Todo ello me lanzó a adquirir mi primer equipo réflex con el que poder capturar, de una manera bastante tosca en los comienzos, la esencia de las cosas. Junto a ellos, Tote García Alcantud (www.flickr.com/photos/25092506@N0) y Miguel Ángel Martínez (www.flickr.com/photos/miguel_martinez), el resto de miembros de la Asociación Cultural Sakura, nos decidimos a hacer una exposición fotográfica en Hellín en 2009 que tendría su continuidad en 2010 con otra recopilación de nuestros trabajos. Posteriormente, con la creación del proyecto personal que termina en la empresa en la que actualmente trabajo, Cineproad, dedicada a creación de contenidos audiovisuales, interactivos y multimedia, la fotografía continúa conmigo, pero ya en una faceta más profesional, pero que no impide que siga realizando las fotos que de verdad me llenan, las que se hacen buscando solo la belleza, aquellas de las que se piensa incluso el nombre que se le pondrá a la obra antes de accionar el obturador>.




Pilar María Poyatos Romera

(www.flickr.com/photos/todo-es-efimero)

"¿Por qué la fotografía?" Cada vez que aparece esta pregunta, no puedo evitar acordarme de mi foto favorita. Es sencillamente un retrato de mis padres, de hace unos cuantos años, pero me resulta tan increíble que por más que lo miro, nunca soy capaz de retener todos los detalles en mi memoria. Además, tampoco sé explicar de forma coherente con palabras por qué me gusta tanto. Por eso sé que es mi favorita. Es curioso cómo la ausencia de movimiento puede (re)mover tanto. Fue precisamente eso lo que me movió a mí para empezar a hacer fotos. Me encantaba fotografiarlo todo, especialmente lo que menos se ve. Afortunadamente, la fotografía da visibilidad a lo que no suele tenerla; nos enseña a apreciar. Cualquier cosa puede ser "capturada". Y a pesar de esa "captura", la fotografía siempre es sinónimo de libertad. Así que la pregunta al final no es "¿por qué la fotografía?" sino "¿cómo no iba a ser la fotografía?".


Manuel Sagredo

(www.flickr.com/photos/manuelsagredo)

<Tienen las fotografías algo de poesía, porque hieren. De no ser por esta peculiaridad no dejarían aquéllas de ser el resultado del ajuste en un artilugio mecánico de un conjunto de variables (exposición, apertura del diafragma o sensibilidad), del enfoque y de la distancia, más o menos precisos, o de la elección del sujeto y composición adecuados. Acaso no es más que un apéndice de nuestra frágil memoria: el resultado de la eterna fijación del hombre por detener el tiempo. Puede ser esta la razón por la que tomamos fotos de nuestros hijos o captamos momentos que no habrán de repetirse, registramos nuestras pequeñas hazañas de humildes caminantes, de falsos montañeros como dice este poeta espurio, con la esperanza que otros nos reconozcan como hábiles trepadores, cazadores de paisajes, lunas y ocasos. Tomamos la foto con la finalidad de que, antes o después, otro la vea. Siguiendo la idea de atribución poética de Skármeta en El Cartero de Neruda, podríamos afirmar que la Fotografía es de quien la contempla. Pero si ese otro es uno mismo, observador desde la distancia que otorga el tiempo, la fugaz sensación de volver a abrazar a los que ya no están, de alcanzar la más alta de las cimas o de cruzar el río más caudaloso, nos causará el mismo dolor que el más hiriente de los versos>.


Ramón Serrano Cañada

(www.ramonserrano.world)

<Siempre me pareció mágico poder detener un instante, y pasado un tiempo, viendo esa imagen poder recordar todo lo que sucedió en ese momento: el lugar, el instante preciso en que ocurrió, el estado de ánimo e incluso qué tiempo hacía y qué sensaciones me producía.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras; no sé si estoy de acuerdo con esta premisa, lo que sí creo es que una imagen me puede producir o suscitar muchas sensaciones, sentimientos, me puede llevar a elaborar todo un pensamiento más racional, también me puede ayudar a trascender y reconocer la belleza que hay a nuestro alrededor.

¿Será que una fotografía, a veces necesite mil palabras para poder encontrar todo el significado que contiene en ella?

Fotografiar, escribir, esculpir, pintar., sólo son medios para expresar, para comunicar, para cambiar conciencias o al menos para cuestionar.

Así entiendo la fotografía, siendo estática, fija, un espacio en continuo movimiento>.


Alonso Torrente

<Embarcado en el eterno aprendizaje, me detengo a meditar en una de las restingas alojadas entre el maravilloso flujo de la vida. Sin percepción temporal en el plano moral, la conciencia sigue exigiéndome perfeccionar el alma mientras compartimos este constante peregrinar, desde lo espiritual a lo tangible y viceversa. Ahora bien, todavía no sé de la pasión por aprehender instantes terrenales intentando seducir los sentimientos y la imaginación de mis congéneres. El misterio de la imagen me guía y yo obedezco; disfruto con ello>.


Las pintoras

Del mismo modo, las pintoras relataron sus experiencias y nos descubrieron sus almas con las siguientes palabras:

Juana María López García

<En el arte del dibujo, el simple monocolor de un lápiz, es suficiente para que alguien, que sienta esa inquietud, plasme sobre un simple papel la más bella idea, o consiga reflejar algo que le atrae o seduce con la misma fidelidad que lo veríamos sobre la serena superficie del agua. Es un bien, o don, no sé. pero desde pequeña me percaté, de mi habilidad, para dibujar. Disfrutaba y me enorgullecía de mis ilustraciones para los trabajos escolares. Y donde mejor me defendía más tarde, era en la asignatura de dibujo, con cuya nota subsanaba o elevaba la media del curso. Entre tanto, hacia mis propias obras recurriendo, por ejemplo, a tener a una amiga petrificada para sacarle un retrato, o a llevarme la hoja de una revista de la peluquería o de la consulta del dentista para sacar una copia de una foto que me había gustado muchísimo. Aunque mi enfoque personal y profesional ha ido por otros derroteros, y hay más cosas o actividades que me apasionan, el dibujo es algo que está ahí latente, y que a lo largo de mi vida sigue apareciendo. Impulsada a veces, por un estado de ánimo, o un reto conmigo misma. No he desarrollado técnicas, pero para capturar lo que despierta mi sensibilidad, me sigo valiendo de lápices, aunque últimamente me estoy atreviendo con barritas de pastel. Lo cierto es que cuando uno se pone a realizar algún arte que sale de lo más íntimo, como es el dibujar, se olvida de la realidad que le ocupa habitualmente, y se deja llevar sin tiempo por lo innato de sus sentidos. Se pasa a un estado de sosiego, adentrándose en el influjo de las líneas, la intensidad de los trazos, los matices del color. La sangre se agolpa en la mente, que quiere captar la esencia de lo que la vista transmite. Mente y mano, mano y lápiz, lápiz y papel. Así hasta enfrentarte con la obra realizada, donde la máxima satisfacción al mirarla es encontrarse con su alma y la tuya>.

Aurora de la Peña Asencio

<Pintar es como orar, es el encuentro contigo misma y con Alguien más. Es un espacio personal, atemporal, en el que tengo que dejar suspendidas todas las demás cosas, las preocupaciones y las tareas, para encontrarme con lo más profundo de mí. En este espacio elegido surge un mundo de emociones y de temores. Pero lejos de alejarme de esos sentimientos, hay que permanecer y mantenerse, para poder luego ver la luz, la obra que de ti va surgiendo. Esos momentos de creación no van precedidos de calma, sino de zozobras interiores y de deseos de abandonar el cuadro, la pintura. Pero siempre mantengo la esperanza de que algo nuevo saldrá de mí. Siempre acabo dejando un aspecto mío en cada lienzo. La contemplación de aquello que plasmo de mí en la tela y de ese Alguien, sirve de alabanza y de disfrute para siempre>.

Ascensión Pérez Sánchez

<La pintura para mí es una vocación, es una llamada que he sentido siempre en lo más profundo de mi ser; y esa llamada mana de la Belleza que habita en la creación. Ella me atrae y me seduce en sus diferentes formas y colores, y siento el impulso, el deseo, la obligación, el sacrificio, la inmensa alegría de corresponderle reflejándola en el lienzo y así se me brinda la oportunidad de realizar la misión que se me encomienda de compartirla y mostrarla tal como La siento, sin ocultar su Verdad (la Verdad que hay en ella) para que sea contemplada, admirada, alabada.Soy testigo de la Belleza, por eso soy pintora>.

Marta Rodríguez Gómez

<Como para muchas personas, pintar para mí es una necesidad, pero necesidad pausada. Es una búsqueda de la belleza sin atender al tiempo. Me interesa lo anónimo. Y prefiero las flores silvestres a las que se componen ordenadamente en un jarrón. Busco lo perfecto de lo natural, en ese desorden aparentemente caótico en el que todo encaja. Y también busco la dignidad de lo humilde que sólo es percibida por algunos; no importa lo grandilocuente, sino lo menudo. Procuro ver no desde la estética, sino a través de una mirada hacia lo interior, hacia el silencio; pinto desde el silencio. El mirar hacia adentro es lo que me anima. Por otra parte, desde pequeña siempre me recuerdo con un lápiz en la mano. La pintura ha sido mi compañera inseparable en los ratos libres. En cuanto a las nuevas tecnologías aplicadas al arte, pienso que el artista, por tener dentro ese ímpetu creativo, debe utilizar las herramientas que tiene a mano en cualquier época. Alguien que tiene esa inquietud puede hacer arte con un palo sobre la arena, al mismo tiempo que con todos los programas informáticos que hoy existen, y que no tienen freno. Pero aunque las nuevas tecnologías abren todo un universo creativo, hay algo en el empleo directo de la mano del artista sobre la obra en sí que no creo se pueda sustituir nunca. La impronta -quizá romántica- que deja la huella del escultor o la traza de más o menos vigor del carboncillo, no creo que tenga un equivalente en lo tecnológico, o al menos, yo no lo sé valorar>.


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