La LOE, introduce el concepto de “alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo”, en el Capítulo I del Título II, donde se habla de la equidad en educación, e incluye a aquellos alumnos que necesitan una atención educativa diferente por presentar necesidades educativas especiales.
En la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, la Consejería de Educación, Juventud y Deportes, aborda en el Decreto 359/2009, de 30 de octubre, la respuesta educativa a la diversidad del alumnado bajo los principios de calidad, equidad e igualdad de oportunidades, normalización, inclusión escolar, igualdad entre hombres y mujeres, compensación educativa, accesibilidad universal y cooperación de la comunidad educativa.
En dicho decreto se establece que la atención integral al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (ACNEAE), se iniciará desde el mismo momento en que dicha necesidad sea identificada y se regirá por los principios de normalización e inclusión. Para tal fin, los orientadores, tienen encomendada la función de la valoración psicopedagógica del alumnado, y la emisión de una propuesta de escolarización (dictamen).
La clasificación de alumnado ACNEAE, atendiendo a la LOE, es la siguiente:
Otro referente legislativo a tener en consideración es la Orden de 4 de junio de 2010, reguladora del Plan de Atención a la Diversidad de los distintos centros educativos, dicho plan debe contemplar las medidas de carácter psicopedagógico, organizativo y de funcionamiento que posibiliten la atención a los alumnos con necesidad específica de apoyo educativo y que cada centro incluirá en su proyecto educativo.
Prestaremos especial atención a las medidas dirigidas al alumnado con altas capacidades y a las del trastorno del espectro autista (TEA), puesto que tuvimos que dar respuestas a las necesidades concretas de este alumnado.
Uno de los modelos más desarrollados y conocidos en España, es en opinión de Fernández, Álvarez, Lombardo y Sepúlveda (2009), el de “los tres anillos” denominado inicialmente modelo de la puerta giratoria y del triple enriquecimiento de Renzulli (1977).
Dicho modelo concibe la superdotación como la combinación de tres variables complejas interdependientes: capacidad intelectual superior a la media, motivación o compromiso con la tarea y creatividad (Figura 63).
Figura 63. Modelo de superdotación de los tres anillos (Renzulli, 1977), obtenido de Fernández, Álvarez, Lombardo y Sepúlveda (2009)
Este modelo, considera superdotados a aquellos sujetos que ocupan la intersección de los tres anillos. Centraremos la atención en la “creatividad”, debido a las características y naturaleza del proyecto que hemos desarrollado, entendiendo que esta supone originalidad de pensamiento, capacidad para crear nuevas ideas, para ir más allá de lo convencional, y apertura a nuevas experiencias.
Las características relacionadas con la creatividad, aunque es una dimensión difícil de evaluar, tal y como indican Fernández, Álvarez, Lombardo y Sepúlveda (2009), son las siguientes:
En este sentido, debemos concretar que en quinto curso de primaria contábamos con tres alumnos con altas capacidades, aplicando las siguientes medidas de apoyo específico, teniendo en consideración todo lo expuesto anteriormente.
Además de las actuaciones generales, entendidas estas como todas aquellas estrategias que el centro educativo pone en funcionamiento para ofrecer una educación en común de calidad a todo su alumnado, pusimos en práctica medidas de apoyo específico con el apoyo y asesoramiento del equipo de orientación, destacando adaptaciones curriculares de ampliación/enriquecimiento y la creación y puesta en marcha de grupos de profundización y enriquecimiento en contenidos específicos del área de Profundización de Lengua Castellana. Entre otras, las actividades que se propusieron para lograr este fin y adaptar las actividades a las necesidades específicas del alumnado con altas capacidades fueron las siguientes:
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación y presencia de comportamientos, interés y actividades estereotipadas.
Dentro de dichos trastornos, encontramos el “autismo”, siendo las personas autistas aquellas a las que otras personas les resultan opacas e impredecibles y que viven como ausentes (mentalmente ausente) con respecto a quienes le rodean (Rivière, 1999 obtenido de Asorey y Fernández, 2014). En este sentido, durante el desarrollo de esta actividad nos marcamos como objetivos fundamentales, siguiendo a los autores mencionados anteriormente, en la educación del niño con TGD los siguientes:
En cuanto a las actuaciones y estrategias que seguimos ante las dificultades que se presentaron en el aula fueron, entre otras, las siguientes (Asorey y Fernández, 2014):
Para la comunicación y lenguaje: Secuenciar las instrucciones largas, reforzándolas con imágenes y utilizar esquemas con los que guiar una conversación.
Para la atención: Emplear ayudas visuales que facilitaron la estructuración del tiempo y del espacio, mantener la proximidad física, ajustar la duración de las tareas y limitar la cantidad de estímulos.
Para la motivación: Reconocer sus logros e intercalar actividades favoritas con otras menos deseadas.
Para el comportamiento: Organizar y estructurar las actividades a realizar, fragmentar las tareas y explicar las conductas adecuadas para las situaciones cotidianas y asegurarse de que las ha entendido.
Para la imaginación (creatividad): Utilizar materiales concretos, apoyándonos en representaciones visuales y evitando planteamientos abstractos.
En definitiva, a través del presente proyecto hemos intentado dar respuesta a todo el alumnado, atendiendo a sus características y peculiaridades, adaptándonos en la medida de nuestras posibilidades a las necesidades individuales de todos y cada uno de ellos.