Inteligencia emocional e intensidad emocional en el juego motor
I
MARCO TEÓRICO
2. INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCACIÓN
• Diferencias entre los modelos explicativos de inteligencia emocional.

Actualmente, uno de los aspectos más controvertidos en torno a este concepto radica en la naturaleza teórica de la que parten los modelos sobre IE, de modo que podemos distinguir entre modelos de IE basados en el procesamiento de información emocional centrado en habilidades emocionales básicas, como el de Mayer y Salovey, (1997), y aquellos modelos denominados mixtos, basados en rasgos de personalidad (como los modelos de Bar-On, 1997; Goleman, 1995; Mestre, Palmero y Guil, 2004 y Pena y Repetto, 2008).

A continuación se presentan los principales modelos:

  1. Modelo mixto: representa un enfoque amplio que entiende la IE como un conjunto de rasgos constantes de personalidad, competencias socioemocionales, perspectivas motivacionales y diferentes habilidades cognitivas (Bar-On, 1997; Goleman, 1995). De los modelos mixtos los más destacados son:
    1. Modelo de Bar-On: entiende la IE como un constructo formado por diversos componentes:
      • Componentes intrapersonales:
        • La comprensión emocional de uno mismo. Competencia para comprender nuestros sentimientos y emociones y entender el porqué de los mismos.
        • Asertividad. Capacidad para expresar sentimientos, creencias, sin dañar los sentimientos de los demás y defender nuestros derechos de forma constructiva.
        • Autoconcepto. Facultad de comprender, aceptar y respetarse a uno mismo, asumiendo los aspectos positivos y negativos, así como las limitaciones.
        • Autorrealización. Habilidad para realizar lo que realmente podemos y deseamos.
        • Independencia. Capacidad para sentirse seguro en las acciones y decisiones que tomamos.
      • Componentes interpersonales:
        • Empatía. Habilidad para sentir, comprender y apreciar los sentimientos de los demás.
        • Relaciones interpersonales. Capacidad para establecer y mantener relaciones satisfactorias con los demás.
        • Responsabilidad social. Habilidad para mostrarse como una persona cooperante, que contribuye al grupo social.
      • Componentes de adaptabilidad:
        • Solución de problemas. Poder identificar y definir los problemas y generar respuestas efectivas.
        • Prueba de la realidad. Perspectiva para comprender las diferencias entre lo que experimentamos y lo que es en realidad.
        • Flexibilidad. Facultad para realizar un ajuste adecuado de nuestras emociones, pensamientos y conductas a situaciones cambiantes.
      • Componentes del manejo del estrés:
        • Tolerancia al estrés. Destreza para soportar situaciones adversas, estresantes y emociones fuertes.
        • Control de los impulsos. Habilidad para resistir y controlar emociones.
      • Componentes del estado de ánimo en general:
        • Felicidad. Disposición para sentir satisfacción con nuestra vida.
        • Optimismo. Aptitud para ver el aspecto más positivo de la vida.
    2. Modelo de Goleman: en este modelo el cociente intelectual se complementa con un cociente emocional esta relación se manifiesta en las interrelaciones que se producen. Los componentes que constituyen la IE, según Goleman (1995), son:
      • Conciencia de uno mismo. Comprender nuestros estados internos, recursos e intuiciones.
      • Autorregulación o control de nuestros estados, impulsos y recursos.
      • Motivación. Tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de objetivos.
      • Empatía. Capacidad para entender los sentimientos, necesidades y preocupaciones ajenas.
      • Habilidades sociales. Aptitud para inducir respuestas esperadas en los demás de forma positiva.
  2. Modelo de habilidad: muestra una perspectiva más restringida, puesto que concibe la IE como una estructura jerarquizada de capacidades cognitivas para el manejo adaptativo de las emociones (percibir, facilitar, comprender, y manejar o regular las emociones).
    Según esta concepción, las emociones ayudarían a resolver problemas y a la adaptación al medio. Partiendo de esto, Mayer y Salovey (1997) consideran la IE como una habilidad centrada en el procesamiento de la información emocional que unifica las emociones y el razonamiento, permitiendo utilizar nuestras emociones para facilitar un razonamiento más efectivo y pensar de forma más inteligente sobre nuestra vida emocional.
    Estos cuatro grandes componentes de la IE comportarían los siguientes aspectos según Fernández-Berrocal y Extremera (2002):
    • Percepción y expresión emocional: reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué sentimos, así como comprender los estados y sensaciones fisiológicas y cognitivas que éstos conllevan; por último y en relación con esto, ser capaces de poner nombre a todos estos aspectos. Otro factor que contempla es la facultad de descodificar con exactitud los mensajes emocionales de la expresión facial, movimientos corporales y tonos de voz. Además, implicaría la capacidad para diferenciar adecuadamente la honestidad y sinceridad de las emociones expresadas por los demás.
    • Facilitación emocional: capacidad para tener en cuenta los sentimientos cuando razonamos o solucionamos problemas. Valora cómo las emociones afectan al sistema cognitivo y cómo los estados afectivos influyen en la toma de decisiones. Por otro lado, contribuye a ordenar según el grado de importancia, los procesos cognitivos básicos, centrando la atención en lo realmente importante. Según nuestros estados emocionales, los puntos de vista de los problemas cambian; esto explicaría por qué hay alumnos que necesitan estudiar con cierto estado de ánimo positivo, y otros, sin embargo, necesitan un estado de tensión que les permita memorizar y razonar mejor dejando el estudio para el último momento.
    • Comprensión emocional: implica poder separar las señales emocionales, saber considerar la complejidad de los cambios en las emociones, etiquetar estas e identificar en qué categorías se asocian los sentimientos. Además, comporta entender las causas del estado anímico y las futuras consecuencias de nuestras acciones. Igualmente, la comprensión emocional supone conocer cómo se combinan los diferentes estados emocionales dando lugar a emociones secundarias. Por otra parte, incluye la habilidad para interpretar el significado de las emociones complejas, como las generadas durante una situación interpersonal. Por ejemplo, esta habilidad entra en funcionamiento cuando un alumno se pone en lugar de otro que ha suspendido un examen, o su equipo ha perdido un partido y le ofrece su apoyo.
    • Regulación emocional: es la capacidad para controlar las emociones tanto positivas como negativas de forma eficaz. Es la habilidad más compleja de la IE. Supone saber regular las emociones propias y ajenas, moderando las emociones negativas e intensificando las positivas, lo que implicaría procesos emocionales complejos. Por ejemplo, cuando en un juego deportivo un alumno le quita el balón a otro. Una solución no agresiva del conflicto implica el desarrollo de habilidades de regulación o manejo de situaciones interpersonales. Un ejemplo de regulación intrapersonal, sería por ejemplo, en un juego psicomotor, el hecho de que el alumnado sepa utilizar diferentes estrategias que le permitan controlar el estrés y le conduzcan al objetivo propuesto: controlar la respiración, visualizar objetivo, etc.
    Además, señalan que:
    Estas habilidades están enlazadas de forma que para una adecuada regulación emocional es necesaria una buena comprensión emocional y, a su vez, para una comprensión eficaz requerimos de una apropiada percepción emocional. Esta habilidad se puede utilizar sobre uno mismo (competencia personal o inteligencia intrapersonal) o sobre los demás (competencia social o inteligencia interpersonal). Fernández-Berrocal y Extremera (2002:2).
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