Juan Francisco Jordán Montés

El Alma en el Limes
(Arte en el Aula)

Justificación del contenido espiritual del libro

Imagen A
A - Dibujo de Juan Jordán. Sierra y valle fluvial en Molinicos (Albacete)

Enseñanza para el espíritu

Comentaba Ortega y Gasset, hace mucho tiempo, que una de las misiones de la Universidad, además de servir como sede cultural, aliciente profesional y desarrollo científico, era la de actuar como un "poder espiritual"1. Por ello, acogiéndonos a esas palabras, consideramos que este libro, con su vertiente espiritual, encaja perfectamente en el puzle que debe constituir la enseñanza, en cualquiera de sus niveles. Y esa tesela del mosaico que aquí proponemos y sostenemos, es la del contenido espiritual del currículum, aunque semejante afirmación provoque espasmos de indignación en muchos y escándalo por suspicacia en otros tantos, cuyos horizontes se han reducido, por lo que han quedado mermadas sus perspectivas. Y es que a los viejos inquisidores de antaño le han sucedido, aunque sin hábito alguno, nuevos capadores de sentimientos y cercenadores de creencias, en el extremo contrario del abanico de las ideologías, en un curioso fenómeno que habrá de estudiar la antropología y la propia historia, de tal suerte que la radicalidad hoy la enarbolan los que antes proclamaban la libertad y se nombraban sus custodios y defensores. Y lo escribimos para que lo lean y se arrepientan y hagan cumplida penitencia.

De modo semejante pensaba Gandhi, siempre Gandhi, cuando afirmaba que antes que enseñar a los niños a leer, a escribir o a contar, había que enseñarles a amar y a defender la verdad. La distancia entre Gandhi y Sócrates es milenaria, pero en esencia ambos defendieron cosas semejantes en alegorías diferentes. El filósofo griego comentaba que la educación es encender una llama, y no llenar de agua un recipiente2.

Anaxágoras respondió con inteligencia a una pregunta primordial en nuestra especie. Interrogado sobre para qué había nacido, afirmó que para admirar el sol. Esta contestación se entiende como perfecta metáfora de la contemplación del Creador. Pero el anonadamiento ante el astro padre presenta sus peligros. Anaxágoras afirmaba que el sol era un cuerpo de hierro incandescente y luminoso, por lo que fue acusado de impiedad y condenado a muerte en la Atenas clásica. Sólo se salvó por su amigo Pericles. En consecuencia, el descubrimiento de la verdad, y la difusión de ella entre la humanidad, comporta sus riesgos ante los fanáticos de cualquier religión, que no son capaces de ver la belleza, la perfección, la eternidad, pese a que el espíritu (nous) gobierna el universo, como afirmaba el propio Anaxágoras.

Estamos convencidos de que la mística o la contemplación serán siempre, y más en nuestro siglo3, un instrumento de extrema utilidad en medio de las mediocridad y de las miserias, materiales y espirituales, de la Humanidad; y un vehículo de aproximación a la Luz, tanto para los jóvenes como para los que ya aguardan, con todos sus pertrechos, en el zaguán de su victoria.

A veces pensamos que nuestra juventud sufre una carencia de una educación integral desde las familias, amén de una ausencia de cultura y del espíritu del sacrificio y de la forja de la voluntad. Tal misión, la de sensibilizar, motivar y espolear a la juventud, es un reto en el que ha incidido recientemente Bernabé Tierno, para quien el problema es compartido. Por una parte existe la mencionada carencia de valores y de educación, y por otra la indiferencia, desidia y comodidad de los educadores (padres, maestros y profesores, intelectuales.)4. Este libro, en su paupérrima dimensión y reducidas posibilidades, pretende contribuir a conciliar el mundo presente, con sus miserias y virtudes, con la espiritualidad íntima de cada individuo.

En absoluto pretendemos, en nuestra suma ignorancia y mayor estulticia, y siguiendo la estela de la parábola de Jesús, sacar de los pozos vecinos las pajillas de cereal que inocentes e inocuas flotan en sus aguas, cuando en el nuestro se pudren maderos completos5. Pero también es verdad que el ser humano no necesita solo comer, beber, vestir, reír, sonreír, gozar.6, aun cuando esas cosas sean en sí esenciales, dignas e insoslayables.

No se trata de cambiar el mundo, amoldándolo a nuestras convicciones o creencias, sino de renovar por dentro el espíritu de cada individuo, desde los más pérfidos, como el que escribe, hasta los más ingenuos. Unamuno y Tolstoi coincidían, en lo esencial, en una propuesta realmente revolucionaria, a caballo entre los siglos XIX y XX y con mayor carga de profundidad que las propuestas por Lenin o Mao, por caso. El español se lamentaba que los partidos políticos de su época (lo que vamos a decir vale también para los de la nuestra) no cesaban de proclamar ¡Arriba!, ¡Adelante!..., cuando se debería gritar ¡Adentro!, introduciendo el universo dentro de uno mismo, recogiéndose uno en sí, para mejor entregarse a los otros7. En el extremo opuesto de Europa, el ruso, creemos que inspirador de Unamuno y que fue también maestro espiritual de Gandhi, sentenciaba así: "Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo"8.

En ocasiones la inteligencia no encuentra los cauces necesarios y apropiados para manifestarse en sus poliédricas facetas, porque muestra en verdad numerosas vertientes. Según Howard Gardner9 existen hasta nueve tipos de inteligencia. Lo que nosotros hemos pretendido con el presente libro es desarrollar la creatividad, la sensibilidad y la intuición, frente a la ductibilidad, la racionalidad y la desorientación. Por ello, estamos convencidos de que con este libro se pueden desarrollar, por parte del profesor y de los propios alumnos y alumnas las siguientes inteligencias descritas y propuestas por Gardner10:

  • Lingüística
  • Visual-Espacial
  • Intrapersonal
  • Interpersonal
  • Social
  • Existencial
  • Naturalista
  • Creativa
  • Colaborativa

Entendemos la educación como la presentación y la enseñanza de una orientación, de una guía, que podrá ser aceptada o rechazada, total o parcialmente; pero siempre la responsabilidad y sus consecuencias corresponderán al que se le ofrece la propuesta de modelo, porque es quien la asume, la modela o la desdeña, según los casos. Y este libro es una sugerencia para despertar espíritus, como nosotros mismos fuimos zarandeados y levantados para caminar. Este libro es una ofrenda para desarrollar el espíritu, sin excesivas pretensiones, sin alardes desmesurados. Hay cientos de ofertas en el mercado bibliográfico y audiovisual. El discernimiento de cada persona y de cada educador, y su inteligencia, sabrá valorarlo en su justa medida.

Quizás los docentes olvidamos a menudo nuestra misión: además de enseñar conocimientos, a menudo debemos restaurar almas, acompañar caminos, mostrar alas, compartir alforjas, forjar personas, convivir tiempos, ceder espacios y entregar armas, para que los discípulos, a su vez, acepten con dignidad el relevo y la defensa de los derechos ajenos, y asuman sus propios deberes, en su siglo y en sus tierras y ciudades. Nuestros discípulos son extraordinariamente importantes para nosotros mismos. No seríamos como somos, si ellos no estuvieran con nosotros. Cicerón, en su sabiduría de ancianidad, dijo: "A pesar de que ya soy mayor, sigo aprendiendo de mis discípulos".

Por todas esas razones, tratamos de proseguir la senda que en su día trazó fray Luis de Granada11, cuando defendía, según sus críticos y los inquisidores, "hacer contemplativos e perfectos a todos, y enseñar al pueblo en castellano". Curiosamente hay personas que sienten miedo a la reflexión, al sentimiento, y hasta observan con recelo al que se detiene, contempla y medita. No permitiremos que por causas de prisas, vértigo, emociones fuertes, miedos impuestos, mentiras, competitividad, desarraigo, violencia., perdamos la paz y el camino. Aquellos malos inquisidores acusaban también de erasmista a fray Luis de Granada y de ".haber prometido camino de perfección común e general a todos los estados, sin voto de castidad, pobreza e obediencia". Este es uno de los objetivos primordiales del presente libro: abrir vías de suave ascesis a los jóvenes.

Avanzamos en otra dirección. El poeta y fotógrafo actual Rul Corbin proclamaba: "Las miradas nunca duermen; las palabras siempre arropan". Nos sirve como precioso eslogan para proseguir con la justificación del libro y conjurarnos en su conclusión y entrega, como ofrenda, a las personas que nos lean o vean.

Y, por último, el lector avisado habrá captado enseguida la exaltación de lo femenino (que no de la mujer o del feminismo) en el libro, como cualidad inherente y esencial en el ser humano, sea este varón o no. Las infinitas tropelías cometidas sobre las mujeres por multitud de personajes, unos que se creen ilustres, elegantes y cultos, otros que son bellacos, ajenos todos ellos y en todo a la hombría de los hombres, de lo verdaderamente masculino, nos han impelido siempre a realzar los valores de lo femenino. Y nos acogemos para ello a la lectura de diversas aportaciones12.

Imagen B

Imagen C
B y C. Fotografías de Ramón Serrano

Literatura: Poesía e Imagen

A.- De una intromisión en la literatura. Nuevos y viejos límites y géneros en la literatura

No nos abrogamos, por incapacidad intelectual manifiesta, la autoridad para establecer los límites entre los géneros literarios o para delimitar las fronteras de la literatura, pero sí sostenemos, bien es cierto que en nuestra supina ignorancia, que es posible añadir nuevos territorios al imperio de la Literatura. Y, como los descubridores de antaño, aunque sin cruces ni espadas que respalden nuestra presencia, si bien con banderas desplegadas, proclamamos que la lírica, desde hoy, admite la alianza de la fotografía y de las imágenes de las otras artes y que para dicha conjugación ya ha habido artistas que han creado un nombre y así la han llamado fotopoesía o poesía visual.

La literatura ya no es, en el siglo XXI, sólo letras o escritos, sino vínculos de sonidos con imágenes. El desarrollo de los medios audiovisuales e informáticos, otorga a los creadores de la literatura, nuevos márgenes donde escribir y ver, donde reflexionar y evocar, donde, en fin, culminar anhelos y difundir creencias y experiencias.

Por ello, recurrimos a una frase del poeta catalán Joan Brossa13 para delimitar las sutilezas de las fronteras entre géneros literarios que consideramos muy acertada: <Els gèneres artístics són mitjans diferents per expressar una realitat idèntica. Els costats d'una mateixa piràmide que coincideix al punt més alt>.

Como expresa con acierto Garrido Gallardo: <El cine y la televisión han sustituido muchas veces con ventaja la acción de leer un libro en que se nos cuenta una historia.>14.

Por ello, hemos pretendido que este libro, en origen sólo de "letras", sabiendo que va dirigido a los jóvenes, estuviera aderezado y bien condimentado con suculentas imágenes de dibujos, fotografías y pinturas, con el fin de volverlo atractivo, no como una mantelería de inútil cursilería, sino como acompañamiento solidario y necesario, que profundiza la visión, amplía los ecos de las evocaciones, y otorga al lector-visor nuevas perspectivas y más dinámicos horizontes de interpretación por parte suya, que todo libro es una recreación en comunidad.

En efecto, y recurriendo de nuevo a Joan Brossa, leemos otra reflexión suya: <L'idioma de la poesia visual és como l'esperanto. El llenguatge literari ha deixat de ser l'únic vehicle apte per a incloure continguts i formes poètics>.

Añadamos que este libro no es un espacio lúdico de hipertextos; u onírico de ensoñaciones de un iluminado que se cree conductor de almas y fundador de religiones. Lo que aquí ofrecemos es contemplación (no usamos el término mística para evitar confusiones y majaderas vanaglorias) y ofrenda, con inocencia primordial, mas también con astucia.

No abogamos por la extinción del libro tradicional15, ya que en apariencia su situación es saludable y su fuerza vigorosa16. No creemos que haya que salvar ninguna Galaxia Gutenberg, término usado por Marshal McLuhan17, porque el olor, la textura, la comodidad o la belleza del papel, nada de eso pueden ser reemplazado por lo virtual, por más luminoso y colorista o con movimiento que se presente. No obstante, es evidente que las viejas civilizaciones, para mantener su vitalidad y su pulso, necesitan secularmente la inyección de savia de sabiduría y de sangre humana nuevas. Y no es una tragedia, sino una circunstancia. Por ello, añadir a los poemas toda una serie de dibujos, fotografías, pinturas. no resta valor a los contenidos literarios, sino que incrementa su patrimonio. Con ello no perecen ni los autores, ni los géneros literarios, ni nada semejante.

Toda esta estrategia no significa tampoco que sacrifiquemos el contenido al insertarlo en un vehículo nuevo. El mensaje lo consideramos primordial y asumiendo leves pérdidas, creemos que hemos sido capaces de ofrecer un producto con calidad literaria aceptable y digna. No importa tanto que se lea este libro en unas páginas vegetales o en unas pantallas de ordenador.

B.- Del ordenador y de los libros

Somos escépticos por definición y por edad. Por ello cuando McLuhan decía: <El ordenador mantiene la promesa de engendrar tecnológicamente un estado de entendimiento y unidad universales>, sin negar en ningún momento sus premoniciones y capacidad de visión del devenir, creemos que estaba idealizando la nueva herramienta que, en buena medida, aunque es cierto que nos permite comunicarnos más con las personas y ampliar las perspectivas e investigar, curar, sanar y crear., también, en una contradicción barroca, nos aísla más y mejor del entorno, porque acontece con frecuencia que el ordenador y todo su universo digital, suele transformar las cosas y las personas en algo virtual, pueril (que no infantil), en entes inconsistentes, en labilidad, en avatares de sí mismos. Homogeneidad en el uso de un aparato no es sinónimo ni de unidad espiritual ni de sintonía cultural, del mismo modo que la universalización del uso del hierro o del caballo, por caso, o del consumo de los cereales en el Neolítico, no creó, ni de lejos, una gran fraternidad universal. Quizás, ocurrió lo contrario, porque lo único que nos hermana por el costado de lo malo es el miedo a la carencia y a la nada; y la ambición de todo.

Por otra parte, el uso del ordenador y de los libros electrónicos, aunque han propiciado una revitalización de la lectura y de la escritura, ambos han nacido con taras e innegables deformidades: lecturas lábiles y muy rápidas, vertiginosas, superficiales y a saltos; lecturas no reflexivas; anonimato de autorías; soledad y egocentrismo con lo que se piensa que lo que uno escribe es panacea universal y ombligo cósmico. Y que sus sentencias superan a las del mismo Séneca. Todo eso sin contar con el reduccionismo que experimentan los idiomas. Por ello, no creemos que la textualidad electrónica culmine con la extinción del soporte vegetal. Del mismo modo como los antiguos videos caseros, de sofá, cerveza y barriga, no provocaron la muerte del cine en la gran pantalla; ni la televisión motivó la extinción de las emisoras de radio. Pues de tal manera el ordenador y los libros electrónicos no originarán más cataclismo que una readaptación del mercado y una reordenación de la demanda, porque el tacto de la piel-hoja y el aroma de lo mismo de la amada son insustituibles y quedara ella muy incompleta si sólo accediéramos a su universo a través únicamente del ojo o por medio del oído electrónicos.

No estamos tampoco completamente seguros de las bondades de Facebook o de Twitter o de WhatsApp, por caso, porque uno se desnuda siempre, en lo que entendemos y hemos practicado, ante el que él ama y delante del que le ama, y no expone su vida, ni su cuerpo, ni su alma delante de una cohorte de babosos o de ociosos, que andan a la par; ni ante una cohorte (unidad de una legión romana) de crápulas decrépitos o de depredadores de la inocencia, que únicamente entienden la existencia o por el sonido del dinero o por el eructo de la indecencia.

C.- De la resistencia a las metamorfosis

Recordemos que existe un precioso ejemplo en la antigüedad clásica de resistencias a los cambios. Cuando Platón considera, usando la figura del maestro Sócrates, en el diálogo de Fedro, que la enseñanza debe ser transmitida por medios orales, siempre desde los labios del sabio, porque así es más grata a los dioses y se inscribe mejor en el alma de los jóvenes18, y nunca desde las letras escritas, porque tal circunstancia altera y daña la esencia del mensaje y perturba las nobles cualidades de los oradores y de los filósofos, manifiesta una resistencia antropológica al cambio, razonada pero temerosa. En efecto, los discursos escritos, desde entonces, no acabaron con la capacidad oratoria de Demóstenes, Isócrates o Cicerón. Era una forma complementaria de desarrollar la sabiduría y el espíritu humanos.

Dario Villanueva, en un excelente párrafo de su artículo, nos ilustra sobre estos problemas: <Es todavía reciente una noticia estimuladora de semejantes apocaliptismos: el profesor David Nicholas, jefe del Departamento de Estudios sobre la Información del University College de Londres, después de investigar con un centenar de voluntarios de distintas edades, llegó a la conclusión de que los adolescentes de hoy están perdiendo la capacidad de leer textos largos y de concentrarse en la tarea absorbente de leer un libro. Frente a lo que sucede todavía con los adultos, los jóvenes entre los 12 y los 18 años apenas se detienen en una sola página web para obtener la información que precisan, sino que saltan de una a otra, sin apenas fijar nunca su atención. El material de este estudio fue presentado a finales de febrero de 2010 en un capítulo de la serie documental de la BBC titulada La revolución virtual, y según su presentador Aleks Krotoski la conclusión es que para bien o para mal la nueva generación está siendo moldeada por la web. Igual que sucediera con la arribada de la escritura, tan denostada por Sócrates, o con el invento de la imprenta, es legítimo hacernos la misma pregunta que se hace el crítico literario norteamericano Sven Birkerts: "¿Por qué tan poca gente se pregunta hasta qué punto no estaremos cambiando nosotros mismos ni si estos cambios son para bien?". Las respuestas que él mismo encuentra son todas ellas negativas y amenazantes.

D.- De los significados de la écfrasis19 en esta obra

Crear literatura a través de la contemplación de las imágenes, a la vez que originar pinturas, dibujos o fotografías a partir de las lecturas, adoptando ambos mundos en mutua simbiosis y concordia recíproca y como fuentes de inspiración, como aquí se ha pretendido, como objetivo fundamental para los jóvenes, no es algo novedoso. El mundo grecolatino, que casi lo ideó todo, aunque le faltaran los Derechos Humanos y la Igualdad de Género, ya había reparado en ello, al menos desde la etapa helenística, cuando se ilustraban con mimo en códices obras clásicas, tales como la Ilíada o la Eneida20.

Las imágenes de los diferentes artistas que jalonan el presente libro no son simples complementos de adorno, sino expresión de la Belleza, de tal suerte que no se sabe si es la imagen la que guía el texto leído, o son las palabras escritas las que orientan a aquello que se ve en las ilustraciones, las cuales se entienden como perfectas alegorías. Hay, sin duda, un tránsito fluido entre sonidos (aunque se haga una lectura silenciosa) e imágenes (aunque se cierren los ojos y se piensen); entre lo legible y lo visible21; y de ahí a lo que es trascendente. Se han producido así proyecciones mentales de la letra a la imagen y viceversa.

En efecto, es verdad que en el presente volumen el texto literario precedió a la imagen artística, pero esa preeminencia cronológica no interfirió en el valor que en sí manifestaban o poseían en su seno las pinturas, fotografías y dibujos que se ofrecen. Porque, aunque las ilustraciones fueron posteriores en el tiempo, luego ellas acabaron por influir y modificar la propia redacción original de los capítulos, de tal suerte que los pulieron y enfocaron, como a lentes de telescopios, los exaltaron como leales amigos y los limpiaron de múltiples máculas (no de todas, que ya es obra, arte e ingenio y hasta obligación del lector).

Entendemos aquí por écfrasis la exégesis de unas experiencias contemplativas del autor y de unas imágenes de pinturas, fotografías y dibujos, a los que se les dota de interpretaciones simbólicas, en un proceso de recreación, que no emana únicamente al autor de la obra, claro está, sino de todo lector que se sumerge en las olas de sus líneas, en las ondas de sus imágenes, de tal guisa que el dicho lector se transforma al unísono casi en coautor del libro, máxime cuando debe realizar, si son estudiantes a los que va destinado el libro, unos ejercicios de reelaboración, de reinterpretación, de los textos y de las obras de arte aquí plasmadas.

Para finalizar. Es posible que esta sea una propuesta arriesgada. Pero, como se anticipaba Horacio en la vieja Roma, "Los pintores, igual que los poetas, han tenido siempre el derecho de atreverse a todo"22.

Un cordial saludo a los que nos lean o escuchen.


Notas:

1 ORTEGA Y GASSET: Misión de la Universidad, Clásicos del Pensamiento, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007. Pág. 142.

2 Un interesante libro: LENOIR, Frédéric: Sócrates, Jesús y Buda. Tres maestros de vida, PPC, 2013.

3 Una muy modesta pero actual selección de títulos: PIERA, Lorenzo (Editores) (1996). El sol a medianoche. La experiencia mística: tradición y actualidad, Coedición con el Centro Internacional de Estudios Místicos de Ávila, Editorial Trotta, Madrid, 1996. MARTÍN VELASCO, J.: El fenómeno místico. Estudio comparado, (2ª edición 2003) Editorial Trotta, Madrid, 1999. Del mismo autor y en la misma editorial: La experiencia mística. Estudio interdisciplinar. Coedición con el Centro Internacional de Estudios Místicos de Ávila, 2004. VV. AA.: La mística en el siglo XXI, Colaboradores: Áureo Martín Labajos (coordinador-director), Juan José Barcenilla (coordinador), Centro Internacional de Estudios Místicos. Madrid: Editorial Trotta, Madrid, 2002.

4 TIERNO, Bernabé: La educación inteligente. Claves para descubrir y potenciar lo mejor de tu hijo, Temas de Hoy, Madrid, 2007.

5 Alusión a Mateo 7: 1-5; Lucas 6: 37-42.

6 Alusión a Mateo 4: 4: "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".

7 Para la lectura del ensayo de Unamuno, de unas diez páginas y fechado en 1900: Adentro, Textos.Info. Descarga en pdf.

8 Para descubrir el pensamiento de Tolstoi una excelente traducción y presentación en su obra El reino de Dios está en vosotros, Kairós, Barcelona, 2010 (original de 1894). En esta edición se incluye la correspondencia mantenida entre Tolstoi y Gandhi.

9 De este profesor de la universidad de Harvard, premio Príncipe de Asturias 2011, una selección de obras: HOWARD GARDNER: La teoría de las inteligencias múltiples, Fondo de Cultura Económica, México, 1987; Educación artística y desarrollo humano, Paidós, Barcelona, 1994. Mentes creativas. Una anatomía de la creatividad, Paidós, Barcelona, 2002. Inteligencias múltiples, Paidós, Barcelona, 2003. La inteligencia reformulada. Las inteligencias múltiples en el siglo XXI, Paidós, Barcelona, 2003.

10 Quedarían al margen de este libro la lógica-matemática, la musical, y la corporal-cinética. Pero que cualquier persona más hábil e inteligente que nosotros podría incorporar; y para ello dispondría ya de todas nuestras licencias y beneplácitos.

11 LAÍN ENTRALGO, P.: La antropología en la obra de Fray Luis de Granada, CSIC, Madrid, 1988. Sobre su figura se han celebrado dos importantes congresos, cuyas aportaciones han sido recogidas en las Actas Congreso Internacional Fray Luis de Granada, Ed. Universidad de Granada, 1993, y en las I Jornadas Conmemorativas del V Centenario del Nacimiento de Fray Luis de Granada, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 2005.

12 BOFF, Leonardo: El rostro materno de Dios. Ensayo interdisciplinar de lo femenino y sus formas religiosas, Ediciones Paulinas, Madrid, 1979.GELPI, Donald L: The Divine Mother: A Trinitarian Theology of the Holy Spirit , University Press of America, Nueva York, 1984. SÖLLE, Dorothee: "Gott, Mutter von uns allen", Orientierung, 49, 1985. 37-38 [traducido del alemán por Ramiro Reig en www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol25/98/098_solle.pdf]. HAUKE, Manfred: "La discusión sobre el simbolismo femenino de la imagen de Dios en la Pneumatología", Scripta Theologica, 24 (3), 1992. 1005-1027. ASHBROOK HARVEY, Susan: "Feminine Imagery for the Divine: The Holy Spirit, the Odes of Solomon, and Early Syriac Tradition," St. Vladimir's Theological Quarterly 37 (2-3), 1993. 111-120. SESÉ, Bernard: "Juan de la Cruz y la cuestión de lo femenino", XIII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, AIH (1998), VOL. I, Madrid, 2000, 385-394. MURATA, S.: "La luz de la mujer: el principio femenino en el sufismo", en Beneito, P. (Ed.): Mujeres de luz. La mística femenina, lo femenino en la mística, Trotta, Madrid, 2001. 267-279. GARCÍA MÚÑIZ, S.: La maternidad en los textos cristianos gnósticos, Universidad de Córdoba, 2010. OORT, Johannes van: "The Holy Spirit as feminine: Early Christian testimonies and their interpretation", HTS Teologiese Studies/Theological Studies, 72 (1), 2016. KATZ de BARYLKA, Ethel: "Hablando de Dios en femenino", Feminismos, 20, 2012. 241-257. ELPIZEIN, T.: "El Espíritu Santo como Hipóstasis femenina en el cristianismo de los primeros siglos" [www.escritosdelcristianismoprimitivo.com]

13 Joan Brossa es autor de varios poemarios visuales en colaboración con otros artistas, entre ellos Antoni Tàpies, quien aporta dibujos y litografías, o Perejaume, Josep M Servent. Ver en Internet el blog de la Fundación Joan Brossa.

14 GARRIDO GALLARDO, M.A.: "Literatura. Investigaciones sobre el campo entre poesía y ciber", Revista de Literatura, LXXI, nº 142, 2009. 379-406.

15 KERNAN, Alvin: The death of literature, Yale University Press, New Haven, 1990.

16 VILLANUEVA, Dario: "¿Pero. en qué consiste la literatura?", en Nueva Revista de política, cultura y arte, Seminario: ¿Qué es la Literatura?, UNIR, Universidad Internacional de la Rioja.

17 MARSHALL McLUHAN: Galaxia Gutemberg. Génesis del Homo Typographicus, Aguilar, Madrid, 1969.

18 <Porque es olvido lo que producirán en las almas de quienes las aprendan (las letras), al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos. No es, pues, un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple recordatorio. Apariencia de sabiduría es lo que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad> (Fedro, 341).

19 Ékphrasis, del griego, significa describir literariamente una obra de arte visual o plástica.

20 LÓPEZ MONTEAGUDO, G.: "Texto literario e imagen en la Antigüedad clásica", Litterae, Cuadernos de Cultura Escrita, 1, 2001. 63-117. Una síntesis sobre los significados de la écfrasis o ékfrasis en: ALBERO, Danilo: La écfrasis como mímesis, Trabajo Final del curso de Estética, Maestría en Historia del Arte, Instituto de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de San Martín, 2007 [consultado en https://es.scribd.com/document/371051350/Albero-Ecfrasis-Como-Mimesis].

21 GUASCH, A. Mª: "Las estrategias de la crítica de arte". En La crítica de arte. Historia, teoría y práxis, Barcelona: Ediciones del Serbal, 2003. 211-244.

22 Horacio: Epístola a los Pisones, 361.

Comunidad Autónoma de la Región de Murcia