Las Enseñanzas Profesionales de Música se encuentran contempladas en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, una regulación que tiene como finalidad –según lo establecido en su artículo 45.1– el hecho de aportar al alumnado una educación artística de calidad y garantizar el enfoque de su formación hacia la correcta cualificación de los futuros profesionales del mundo de la música. El decreto nº 75/2008, de 2 de mayo, por el que se establece la ordenación y el currículo de las enseñanzas profesionales de música para la Región de Murcia, contempla a la asignatura de Piano Complementario como un valioso instrumento para proporcionar al alumnado la posibilidad de profundizar en la escritura de una partitura polifónica y convertirla de inmediato en realidad sonora. De este modo, la inclusión de esta asignatura en el currículo vigente se concibe como un medio para posibilitar el adecuado entendimiento de los procesos armónicos y contrapuntísticos que dan origen a la escritura polifónica, ampliar el nivel de comprensión de la realidad musical más allá del repertorio instrumental propio del alumno, al mismo tiempo que otorga un matiz más práctico de acuerdo con la realidad sonora de las asignaturas de Armonía, Fundamentos de composición y Análisis.

Para ello, la asignatura no debe ser orientada tanto hacia el desarrollo de capacidades técnicas específicamente pianísticas, sino a enfatizar otros aspectos como la percepción global de la polifonía, la audición interna o la habilidad en la lectura a vista. Teniendo en cuenta los objetivos y contenidos en los que se articula el currículo de Piano Complementario, podemos distinguir la enseñanza y aprendizaje de esta asignatura en cuatro subapartados:

1.- Técnica
2.- Armonía
3.- Repertorio
4.- Lectura a primera vista

Esta segunda serie se centra en el estudio del repertorio y los acompañamientos, abordándolo desde una novedosa perspectiva, alejada de los métodos para principiantes (a menudo trazados para un público infantil) e incluyendo características en su escritura que permiten la explicación –por parte del profesor– de otros contenidos que, transversalmente, también se encuentran en el estudio de repertorio. El diseño de estas veinte piezas de repertorio permite abrir horizontes a un alumnado que no solo se centrará en superar una serie de dificultades técnicas para interpretar cada partitura, sino que podrá descubrir –a través de ellas– características propias de las danzas barrocas/clásicas y modernas, así como la escritura modal.

Dentro de los contenidos que no se limitan a la mera ejecución instrumental destaca la inclusión de elementos relacionados con la retórica musical y su finalidad descriptiva. Para ello, será necesaria la explicación del docente, aunque favoreciendo siempre la participación activa del alumno a través de pequeñas composiciones que han sido dibujadas, explícitamente, para ser interpretadas entre varios ejecutantes.

Desde una óptica metodológica, el estudio de repertorio de esta colección sigue la pauta que pudiéramos considerar como “tradicional”, en la cual cada alumno debe aprender el texto musical y el profesor ha de corregir y pulir todos aquellos aspectos relacionados con la interpretación de cada pieza. Gracias a una escritura que se adapta fácilmente a la topografía del instrumento el conjunto de veinte piezas permite una ejecución consciente de los recursos instrumentales desde sus niveles iniciales.

Asimismo, las piezas de acompañamiento que aquí se añaden han sido seleccionadas de entre el repertorio -u obras de dificultad similar- que los alumnos de los instrumentos más usuales en los Conservatorios de la Región suelen abordar para las pruebas de acceso de las EE.PP. o durante el primer curso de las mismas. Estas piezas han sido adaptadas en varios de sus aspectos –tonalidad, melodía y armonía- para su adecuación a los objetivos y contenidos de la asignatura; de este modo, los propios alumnos pueden acompañarse entre ellos mismos estos fragmentos que de alguna manera ya dominan con el instrumento en el que están profesionalizándose, y van reforzando el imprescindible aprendizaje de las capacidades camerísticas que todo músico debe adquirir. Los patrones rítmicos de acompañamiento que aparecen son meras sugerencias susceptibles de modificación en función de las necesidades formativas del intérprete.