El niño que llegó a ser un gran actor. Francisco Rabal

 

Presentar una obra como esta supone para mí una satisfacción muy especial. Se trata de una obra confeccionada con enorme capacidad pedagógica e intachable factura editorial. El resultado es un libro de muy amena lectura, ideal para nuestros escolares. Se trata de todo un ejemplo del proverbio clásico de “enseñar deleitando”.

El que la obra se dedique a Francisco Rabal supone un orgullo añadido. Paco es uno de los murcianos más ilustres de nuestra historia reciente. Nacido en un entorno sumamente humilde de la bella tierra aguileña, supo prosperar hasta convertirse en un nombre de referencia en el panorama artístico nacional. Me siento, si se me permite la alusión personal, una convecina del gran actor. Comparto con Paco Rabal el amor por la tierra aguileña que a él lo vio nacer y a mí me ha acogido cada verano. Gran parte de mi vida, desde mi niñez, ha transcurrido en este bello municipio, en nuestro litoral más meridional. Mi identidad como murciana viene profundamente marcada por el paisaje aguileño.

Obras como esta – precedida por las dedicadas a Salzillo, el Conde de Floridablanca, Carmen Conde y Ramón Gaya – han de servir para dar a conocer a nuestros estudiantes las personalidades más relevantes en la historia de nuestra Región. Queremos que las nuevas generaciones sean conocedoras de la obra de tantos murcianos excepcionales. Queremos que entren así en contacto con la rica historia de su tierra y sean conscientes de que ha sido nuestra comunidad una tierra fértil en todo tipo de talentos.

Pocas personalidades hay más aptas que Francisco Rabal para fomentar el apego por la tierra junto con una necesaria vocación de universalidad. Francisco, nuestro Paco, se convirtió en celebridad nacional sin por ello dejar de ser rabiosamente aguileño, orgullosamente murciano.

Adela Martínez-Cachá Martínez
Consejera de Educación, Juventud y Deportes