Vivimos movidos por emociones. Éstas nos acompañan durante toda la vida desde el momento del nacimiento. Por ello es importante aprender a gestionarlas. La escuela, como institución educativa y agente de socialización, se convierte en uno de los lugares básicos para trabajar estas cuestiones. Las aulas albergan una vida en constante cambio que require que los roles de sus protagonistas directos, maestros/as y alumnos/as, sin descuidar a las familias, se actualicen constantemente. Estudios internacionales demuestran que cuando se enseña a los niños y adolescentes (cuanto más temprana sea la edad, mejor), a identificar y expresar sus emociones, adoptan mejores estrategias para afrontar las crisis emocionales y se beneficiarán de eso toda su vida. Un bienestar emocional les ayudará a mantener buenas relaciones de amistad, buenas relaciones profesionales, de pareja, y en esencia les permitirá vivir más serenos con uno mismo y con los demás.
Promueve: Dirección General de Atención a la Diversidad, Innovación y Formación Profesional.
Financiado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional en el marco del Programa de Cooperación Territorial de Bienestar emocional en el ámbito educativo.