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09/11/2006

la música es la hermana pobre de las producciones cinematográficas

José Miguel Fernández Sastrón, músico y productor de cine -aunque también conocido por ser el marido de Simoneta Gómez Acebo, la sobrina del Rey- llegó en la noche del pasado martes a Cartagena para formar parte del jurado que decidirá los premios en la sección oficial de largometrajes del Festival de Cine de Cartagena.

Es la segunda ocasión en la que Fernández Sastrón visita el evento cinematográfico cartagenero, en el que ya estuvo presente en la edición del año 2004, y del que opina, en lo referente a su cambio de orientación, abandonando el apelativo de naval y la temática exclusiva de temas marinos, que “lo del mar le daba un encanto especial, aunque es verdad que también lo tenía limitado a la hora de la participación de películas. Ahora, su nueva orientación le abre más el espectro, aunque insisto que a mi me gustaba mucho lo de Festival del Mar”.

Respecto a la labor que este miembro del jurado suele llevar a cabo en el mundo del cine, el de la composición musical, Fernández Sastrón asegura que, a diferencia de lo que ocurre en la industria cinematográfica americana, en las producciones españolas “se deja un poco de lado. Se van ajustando las distintas partidas del presupuesto y, al final, lo que queda es lo que se dedica a la música. Es la hermana pobre”.

No es esa la única diferencia entre el cine americano y el español que percibe Fernández Sastrón. La principal, y una de las causas por la que siempre se está hablando de la crisis del cine español, es la de los presupuestos que se dedican a promoción y el hecho de que la distribución esté en manos de empresas que también distribuyen el cine americano, que programan en mayor cantidad por ser más rentable.

Una causa de la crisis de la que se habla ininterrumpidamente a la que hay que sumar los pocos días que las películas se mantienen en exhibición por el mismo motivo anteriormente referido. “Ahora el público que va a los cines es mayoritariamente joven y hay que procurar cambiarles la oferta cada semana para que vuelven a ir a las salas”, afirma a este respecto el compositor y productor, quien también es consciente del daño que a la industria le hace “el cine en casa, con unos aparatos cada vez más sofisticados que permiten disfrutar de las películas en el propio domicilio con gran calidad”.