En la Región de Murcia -impuestos +beneficios ¿Cómo saber si corresponde un grado de discapacidad?
Contenido principal

Presidencia, Portavocía, Acción Exterior y Emergencias

Noticias

08/08/2006

¡que vuelva poveda!

El cartel de la noche del domingo lo formaban Carmen Linares, Luis de Córdoba y Miguel Poveda, tres figuras ya consagradas en la geografía de lo jondo, y sobre el papel éste era muy equilibrado, por lo que muy mal se tenían que dar las cosas para que la noche se rompiera y no nos supiera a gloria bendita. Le tocó abrir la gala y rompe el hielo al veterano Luis de Córdoba, un gran cantaor que conquistara hace ya la friolera de 34 años dos Lámparas Mineras, la de 1973 y 1974, que nada más salir al escenario manifestó que sentimentalmente era algo muy difícil de expresar y de agradecer el cariño que le tenía al Festival. Comenzó cantando por granaínas, y le siguieron alegrías y cantiñas, cantes de Levante, tientos, tangos, fandangos y bulerías.

Cantaor

Cantaor

Formato: Desconocido
Tamaño: 10,4 KB.

Ver imagen a tamaño real Este enlace se abrirá en una nueva ventana
El cartel de la noche del domingo lo formaban Carmen Linares, Luis de Córdoba y Miguel Poveda, tres figuras ya consagradas en la geografía de lo jondo, y sobre el papel éste era muy equilibrado, por lo que muy mal se tenían que dar las cosas para que la noche se rompiera y no nos supiera a gloria bendita. Le tocó abrir la gala y rompe el hielo al veterano Luis de Córdoba, un gran cantaor que conquistara hace ya la friolera de 34 años dos Lámparas Mineras, la de 1973 y 1974, que nada más salir al escenario manifestó que sentimentalmente era algo muy difícil de expresar y de agradecer el cariño que le tenía al Festival. Comenzó cantando por granaínas, y le siguieron alegrías y cantiñas, cantes de Levante, tientos, tangos, fandangos y bulerías.

Luis de Córdoba cantó de dulce con esos particulares melismas que atesora, con esa voz tan laína que le caracteriza y no sorprendió a los viejos aficionados, sin embargo sí resultó una grata sorpresa para los nuevos aficionados que se incorporan al planeta de los cabales.

Todos los cantes los dibujó bien, con la inestimable colaboración de la la guitarra de Manuel Silveria, siempre pulcra, especialmente la granaína, los fandangos y las bulerías. A pesar de contar con la dificultad de ser el primero en salir al escenario como si fuera un telonero, cuando el público aún no suele estar caliente. Una gran actuación de Luis de Córdoba que fue premiada y despedida con grandes aplausos. A continuación salió al escenario la gran diva del flamenco: Carmen Linares, una dama que ya lleva muchos años manteniéndose en los primeros puestos del escalafón, asunto nada fácil como ustedes pueden suponer en un mundo dominado por las voces masculinas, y cantó por derecho cantiñas y romeras, una dulce milonga con letra del poeta Jorge Luis Borges, una soleá de Triana, tarantos, siguiriya y bulerías. Un recital muy completo, con unas soleás y unas seguiriyas a las que la gran Carmen Pacheco, la de Linares, ya le impone un sello muy personal. Sin salirse nunca del compás se recrea en un modo muy particular de interpretar los cantes y cuando sube por las nubes y parece que no va a poder aterrizar su voz se posa de nuevo a pie de escenario, aunque su voz esté un pelín rozá.
Enviar este contenido por correo electrónico
Vota: 
 |  Resultado: 0 sobre 5, Sin Interés0 sobre 5, Sin Interés0 sobre 5, Sin Interés0 sobre 5, Sin Interés0 sobre 5, Sin Interés  0 votos