flamenco puro que calla: la unión vuelve a llenarse de arte y de público
El clasicismo no sólo fue reclamo para el público tostado en La Manga, incluyendo caras conocidas como las del periodista Juan Ramón Lucas y su compañera sentimental Sandra Ibarra, sino para los puristas de siempre y para los de ahora.
El clasicismo no sólo fue reclamo para el público tostado en La Manga, incluyendo caras conocidas como las del periodista Juan Ramón Lucas y su compañera sentimental Sandra Ibarra, sino para los puristas de siempre y para los de ahora.
Pero las galas flamencas de La Unión, que contó ayer domingo con otro cartel de lujo formado por Carmen Linares, Miguel Poveda y Luis de Córdoba, no sólo están dentro de la catedral del Cante, ahora mejor acondicionada pero arrastrando problemas acústicos que no concuerdan. El flamenco también está a las puertas del edificio. Allí se respiraba el ambiente festivo que llegaba oliendo a ratos a buñuelos de bacalao y a ratos a churros con chocolate. La Unión está de festival (luce una estación de tren remodelada y se viste de gala) y el Festival del Cante de las Minas da alegría. El paseo estaba tan lleno como el mercado y a los unionenses, acostumbrados a escuchar flamenco, también se les oye cantar. Canta el quiosquero y hasta los camareros mientras trabajan. En definitiva, quien se quedó sin entrada tenía alternativas.
La imagen del Festival Internacional del Cante de las Minas está cada vez más cuidada y el público sabe que va a ver flamenco grande. Las azafatas reciben al público con un vestuario muy cuidado (vestido negro y fajín rojo) y éste se siente como en casa. Pero fuera de consideraciones técnicas, que ya comentarán los críticos, y de gustos personales, la gente salía el sábado del Mercado Público de La Unión contenta, saboreando flamenco y con ganas de más. Desde dentro, lo más aplaudido fue el arrojo de José Menese –con aplausos repartidos para él y para el guitarrista Antonio Carrión, que también acompañó a Nano de Jerez- y el baile elegante y generoso del jerezano Antonio el Pipa que puso la guinda dejando a los asistentes en pie.
Para esos que se quedaron con ganas de más, a pesar de las casi cuatro horas de flamenco, el festival ha incluido en el programa de actividades gratuitas paralelas los Trasnoches, que el sábado incluyó un espectáculo de percusión y guitarra a cargo de Domingo Patricio y Grupo en la terraza de un restaurante del municipio, en un ambiente tranquilo y distendido.
Todavía no hay resaca en La Unión. Los comentarios de la gala de apertura (con el pregón de Milagros Menjíbar), de la guitarra de Vicente Amigo -que no llenó- y del purismo del cartel de sábado se superponían a las ansias de la actuación de ayer domingo -se esperaba la dignidad de Linares, la sabiduría de Poveda y la frescura de Luis de Córdoba- y todo lo que queda por delante. Entre otras cosas, esta noche Diego el Cigala volverá a la Catedral del Cante, por donde también pasarán Merche Esmeralda, Rafael Campallo y Manolo Marín, y a las 20.00 horas comienza el homenaje a la bailaora Cristina Hoyos, con una conferencia a cargo de Manolo Sánlucar.
Vota:
| Resultado:
0 votos
Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes