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28/07/2006

el mítico pianista chick corea da fe de la historia del jazz en lorca

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Aprendió a tocar el piano casi a la misma vez que le salían los dientes. Prodigio o no, Armando Anthony Corea, conocido artísticamente como Chick Corea, lleva desde los cuatro años pegado a un piano, y más de tres décadas siendo parte esencial de la historia del jazz a la que ha aportado matices de la música clásica y latina.

De la historia de amor con su piano dejará testimonio esta noche en el Castillo de Lorca en el concierto que ofrecerá a partir de las 23 horas dentro del festival Espirelia que patrocina el diario La Verdad.

Consiguió introducirse en los ambientes profesionales a mediados de los años sesenta de la mano de los percusionistas Mongo Santamaría y Willie Bobo. Pronto compartió aventuras y desventuras con Blue Mitchell, Herbie Mann y Stan Getz. Su primera grabación como líder fue en el año 1966 con Tones for Joan's Bones. Tres años más tarde se presentó al público en forma de trío junto a Miroslav Vitous y Roy Haynes para dar forma a un trabajo de los catalogados como clásico, Now he sings, now he sobs.

Reemplazó gradualmente a Herbie Hancock en la banda de Miles Davis quien le incitó a dominar el piano clásico. Prueba de que lo consiguió son sus álbumes Filles de kilimanjaro, y In a silent Way, Bitches Brew.

En sus idas y venidas, se topó a comienzos de los setenta con Anthony Braxton, Dave Holland y Barry Altschul con los que comenzó a tocar jazz acústico dentro del cuarteto Circle. Y al ritmo que deslizaba sus dedos por las teclas de su piano, se fue deslizando también por los distintos grupos de los que formó parte Return to forever, The elektric band y un quinteto estelar en el que también estaban Kenny Garret y Wallace Roney.

En su haber tiene nueve Grammys y directos con la Orquesta Filarmónica de Londres grabados a partir de más de una decena de conciertos por Europa y Japón. De ahí que se afirme que su piano es capaz de atraer al público de forma universal.