Le dedico este libro a mi hermana, porque sin sus ánimos, apoyo y ayuda, no lo hubiera realizado.
A mi marido, a mi madre y a los “amiguetes viajeros”, que siempre me apoyan en todo, por muy loca que sea la propuesta que haga y, además, me asesoran.
Quisiera agradecerle a doña María González García, su gran profesionalidad y eficacia en su trabajo, sin su ayuda, este proyecto no hubiera llegado a buen puerto.
También, doy las gracias a mis hijos, Sara y Miguel, por acompañarme en esta aventura, por escucharme, dejarme “experimentar” con ellos, y por aportarme más ideas, además de apoyarme siempre, a pesar del tiempo que este libro me ha restado de estar con ellos.
Y muchas gracias a todos/as los/as maestros/as que lean y pongan en práctica estos cuentos, por darles vida.