La Consejería de Hacienda y Administración Pública ha puesto en marcha un curso de seguridad vial que tiene, entre sus objetivos, conocer las reglas para una conducción segura, actualizar conocimientos sobre normas de tráfico y reaccionar ante emergencias para conseguir una conducción más eficiente.
La directora de Patrimonio e Informática, Miriam Pérez, que participó hoy en el curso al que asisten 60 funcionarios de la Administración regional, entidades locales, del Estado y de las universidades públicas, indicó que “el objetivo es reducir la accidentalidad en los desplazamientos y mejorar las condiciones de seguridad, ya que según las estadísticas, el factor humano está presente en nueve de cada diez accidentes con víctimas”.
Miriam Pérez señaló que “la conducción es una tarea que requiere una atención especial y es por esto que la Comunidad pone a disposición de los empleados públicos este curso, con el fin de que desarrollen una conducción más eficiente y segura”.
El curso, organizado por el Parque Móvil Regional y la Escuela de Formación e Innovación, en colaboración con el Área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, tiene una parte teórica de teleformación, que se completan con jornadas de prácticas de simulación.
El curso se enmarca en el convenio suscrito por la Consejería y el Área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, así como en el Plan Marco de Movilidad Vial Segura de la Comunidad Autónoma.
Prácticas de vuelco y consecuencias del alcohol
Además de la formación teórica, este curso cuenta con una serie de pruebas prácticas de simulación para que los alumnos experimenten las consecuencias de no utilizar el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil con un simulacro de vuelco dentro de un coche real que gira 360 grados con el alumno dentro.
Otra de las pruebas va encaminada a la sensibilización sobre el consumo de alcohol mediante unas gafas especiales que simulan la visión que se tendría con distintas tasas de alcoholemia, con lo que los asistentes pueden comprobar cómo esto afecta a su percepción visual y hace que operaciones tan simples como abrir y cerrar el vehículo, desplazarse entre conos o subir un escalón se convierten en algo muy complicado.
Asimismo, otro simulador permite a los alumnos conocer cuál es la tasa de alcoholemia que se alcanza tras consumir determinadas cantidades de alcohol al introducir los datos de su edad, peso y sexo en el simulador.
Por último, se realizan prácticas con vehículos para corregir los malos hábitos de la posición del conductor, acomodamiento y manejo del volante, trazados y trayectorias en curvas y superficies deslizantes, virajes y subvirajes y funcionamiento de las frenadas asimétricas con y sin ABS.