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Inventario de bienes de un maestro alpargatero murciano. Año 1638

Por José Iniesta Magán

Después de la publicación en la Revista "Caravija" de la Peña Huertana 'La Crilla de Puente Tocinos (Murcia), de un documento histórico referido a los orígenes de la casa tradicional murciana: la barraca. En la presente edición y continuando con este interesante tema para conocer mejor nuestras raíces culturales, aporto información sobre la fabricación artesanal del tradicional calzado huertano. Texto que he extraído del inventario de bienes de un maestro alpargatero de Murcia según dejó en escrito por el fallecimiento de su mujer, en el año 1638.

"Así, en seis de septiembre del mismo año, Damián Sánchez, cordonero de cáñamo y vecino de Murcia en la feligresía de San Pedro y, Josefa Martínez, mujer de Julián Sánchez, como albaceas testamentarios de Mariana Martínez, su mujer y cuñada, informaron de que el día anterior murió la citada Mariana y, por estar ausente Juan Díaz, otro albacea, debían hacer inventario de todos los bienes y maravedíes que quedaron de su hermana difunta, en la forma siguiente:

Veintidós docenas de alpargates de tejidos beintenicos, desde cuatro hasta ocho años.
Siete docenas de alpargates tejidos de seis puntos.
Dos docenas de alpargates beintenicos tejidos.
Tres docenas de alpargates tejidos de diez puntos para hombres.
Tres docenas de alpargates gordos de suela recia.
Cuatro docenas de alpargates comunes.
Una docena de alpargates delgados de hombre.
Docena y media de alpargates gordos y entre medianeros.
Catorce docenas de suelas de a seis puntos para mujeres, con sus talones.
Dieciséis docenas de suelas de a seis y siete puntos, para mujeres con sus talones.
Quince docenas de suelas de bentenicos con sus talones.
Ocho docenas de alpargates tejidos de siete puntos para mujer.
Ocho pares de alpargates pasados de a once puntos.
Siete docenas de suelas medianas.
Ocho docenas de suelas grandes, en las cuales entra media docena con talones.
Once ovillos de guita de coser.
Dos docenas de cabezadas de retas para mulas.
Mas nueve cabezadas de retas para pollinos.
Diecisiete cabezadas de estambre.
Ocho libras de hilo ovillado en ovillicos.
Ocho libras y media de hilo cogido en medias libras.
Diez libras y media de cordel de acote.
Dos docenas de cinchas mulares.
Dos docenas de cinchas para pollinos.
Dos cadenas de hierro para mula.
Veinticinco madejas de guita delgada de cáñamo.
Ocho madejas de guita gorda para cáñamo.
Siete madejas de hilo de tela.
Cuatro ovillos de hilo de tela blanca de cáñamo.
Dieciséis pesos de cáñamo rastrillados de a dos libras cada uno, que hacen 32 libras.
Arroba y media de estopa.
Quince madejas de puntilla gorda de cáñamo.
Dos arrobas y ocho libras de telas tejidas para alpargates de cáñamo.
Dos arrobas y siete libras de soga de cerro para suelas.
Tres arrobas de soga de cerro para alpargates.
Siete libras y media de guita de tela para cabezadas.
Tres docenas y dos pares de alpargates tejidos beintenicos de niños.
Tres docenas de ramalitos para cinchas.
Docena y media de ramales para cabestros.
Tres docenas de ramales de mulas y uncideros.
Ocho correderas de cáñamo para carros.
Quince sogas de a siete brazas de cáñamo.
Veinticuatro piezas de cuerda.
Tres docenas de alpargates delgados de hombre.
Siete almaradas de acero de coser suelas (almarada: aguja grande con que se hacen las alpargatas).
Dos bancos de coser suelas.
Un rastrillo de rastrillar cáñamo, con su espadador y dos espadinas.
Dos claviñas de hierro.
Veintiuna muletas de palo para la rueda.
Cuatro crucetas para la rueda.
Una rueda con su banco y una cigüeña de hierro.
Un banco de madera con sus hierros.
Un carrete con su botador y hierro para el mismo.
Veinticuatro horas chicas y grandes de carrasca.
Cuatro charamiles de carrasca.
Un telar de tejer cabezadas y una espadilla de palo.
Una percha de madera.
Una mesa de goznes vieja.
Una mesa pequeña con cajón.
Un tablero para jugar a las damas.”

A toda esta relación añade el documento una larga enumeración de utensilios de menaje de cocina, cama y mesa y ropas de vestir, así como algunas joyas de oro y piedras preciosas. Merece destacar los cuadros y esculturas que poseía, como un cuadro de San Antón, otro al temple de San Francisco, uno pequeño de la Virgen del Carmen, otro de San Antonio de Padua, tres hechuras de Cristo Nuestro Señor, de ellas una de piedra, una Santa Verónica y la Madre de Dios de bulto (relieve).

Siendo apreciado también lo que Damián Sánchez tenía gastado, en vida de la citada Mariana Martínez, su mujer, por un total de doscientos reales en diversos materiales, para edificar la barraca del Riacho Nuevo.

Llamando la atención, que entre todo lo citado anote "un tablero para jugar a las damas", juego que el que suscribe tenía la creencia de que no era tan antiguo y, de que por la fecha no se entretenían los huertanos y vecinos de Murcia en el mismo.

Por último, en trece de septiembre de dicho año, Juan de Díez de Castro y Josefa Martínez, su mujer, vecinos de Murcia, como principales y Alonso Navarro Espinar, como su fiador, también vecino de Murcia, se obligaron a aceptar el nombramiento de tutores (curadores de menores de época) de Isabel y Josefa de Coca, hijas menores de la citada Mariana y de Damián de Coca, su primer marido.

Anunciando por pregones Melchor Rubio, pregonero de Murcia, el remate de los bienes tocantes al oficio de cordonero de cáñamo, de suelas, cueros, alpargates y otras cosas del oficio de alpargatero.