Los personajes en los entremeses cervantinos, base para introducir la comedia en las aulas de Secundaria

Emilio Palazón Cano

Filólogo

Resumen: Hablar de Cervantes supone, prácticamente siempre, hablar de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y de las Novelas Ejemplares. Hasta tal punto esto es así que, generalmente, causa sorpresa cuando se habla de su producción poética y dramática.

Entre sus composiciones teatrales cabe destacar los Entremeses, publicados en 1615, donde advertimos, además de una influencia evidente de su admirado Lope de Rueda, la presencia de unos personajes arquetípicos que encontramos tanto en sus obras cómicas como en los Pasos de Rueda y la Comedia del Arte, los cuales llegan hasta la actualidad. Aun cuando cada uno de los autores da características peculiares a los personajes, no resulta una tarea dificultosa descubrir entre ellos amplias similitudes. Resulta interesante también la capacidad que tiene la comedia de manifestar una crítica social, unas veces más evidente que otras, y que funciona, además, como toque de atención para aquellos que no han sido capaces de percibir dichas realidades.

El objetivo principal de la educación es el de poder desarrollar un talante crítico y un espíritu inquieto que lleve al alumno a la investigación y que permita establecer puentes entre las distintas disciplinas del conocimiento; para que esto se lleve a efecto debe hacerse de una forma atractiva que despierte el interés necesario y que sea capaz de manifestar de forma clara los logros que se van alcanzando.

Palabras clave: Teatro. Cervantes. Comedia del Arte. Didáctica. E.S.O. Bachillerato. Comedia.

Abstract: Talking about Cervantes means –practically always– talking about The Ingenious Gentleman Don Quixote of La Mancha and The Exemplary Novels. This is true to such an extent that it is usually surprising to talk about his poetry and drama.

Among his theatre plays, we could highlight the entremeses, published in 1615. In these plays we observe, in addition to an evident influence of his admired Lope de Rueda, the presence of some archetypal characters that we can find both in his comic plays and in Pasos by Lope de Rueda and the Comedy of Art, which are present nowadays. Although each author gives some distinctive features to these characters, it is not difficult to discover important similarities between them. It is also interesting to observe how comedy can express social criticism (sometimes more clearly than at other times), which also serves as a wake-up call for those who have not been able to perceive such realities.

The main purpose of education is the possibility to develop a critical mind and an inquiring approach driving the student into research and allowing to build bridges between the various disciplines of knowledge; in order to achieve this, it must be carried out in an attractive way that might arouse the necessary interest and that might be able to clearly express the milestones that are gradually achieved.

Key words: Theatre. Cervantes. Comedy of Art. Didactics. Secondary Education. Comedy.



A nivel popular e incluso a nivel académico, hablar de Cervantes supone hacerlo del Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, la que, sin duda, es la obra cumbre de toda su producción literaria. No obstante, junto al Cervantes novelista nos encontramos también con un poeta y un dramaturgo que desde sus inicios manifestó su vocación por el teatro. El teatro de Cervantes, según él mismo transmite, fue celebrado en su primera etapa pero tal fama se vio eclipsada por quien él denomina el “monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega” que dio un giro al teatro tal y como se entendía hasta finales del siglo XVI. Tras un lapso de dos décadas en las que Cervantes cultivó otras disciplinas como la poesía y la novela, publicó en 1615, cuando ya había alcanzado fama por su Don Quijote, Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados que dan fe de sus dotes como dramaturgo.

Los entremeses cervantinos

Aun cuando su producción teatral es más amplia, nos centraremos concretamente en los entremeses por tratarse de obras breves que a menudo ni siquiera se mencionan en los planes de estudios y que consideramos muy oportunas, por sus características, para acercar el teatro cómico a las aulas de secundaria. Los entremeses, por tratarse de obras destinadas al entretenimiento del público entre los actos de otras de mayor envergadura, han carecido de importancia prácticamente hasta la aparición de los cervantinos, en ellos se manifiesta una elaboración tal que hace que se conviertan en obras de arte en las que da mayor complejidad a unos personajes que prácticamente eran tenidos como marionetas. Estas obras cervantinas han sido denominadas incluso “teatro en libertad” porque rompen con la estructura típica y se manifiesta como una crítica a la sociedad en la que son concebidos con continuas referencias e indicaciones a la misma. Hasta un total de 13 entremeses han sido atribuidos a Cervantes pero tan sólo 8 son indiscutiblemente suyos que son los publicados en 1615, dos de ellos fueron compuestos en verso (El rufián viudo y La elección de los alcaldes de Daganzo) y el resto en prosa (El juez de los divorcios, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La cuerva de Salamanca y El viejo celoso).

Una de las características más importantes de la obra cervantina es la visión manierista de sus personajes, así, el más grande de todos ellos, Don Quijote, no se muestra como un héroe al uso de las novelas de caballería, sino que aparece como un loco a la vez que un héroe justiciero. Esta misma actitud nos la encontraremos en los entremeses, si bien no tan detallada sí quedará patente en algunos de sus personajes una dualidad entre la entidad que representan y la actitud que manifiestan en su actuación. Se configura ésta como una de las principales innovaciones de los entremeses cervantinos y una de las más atrayentes, quizá, para acceder a ellas desde las aulas, pues en la actualidad los personajes moralizantes absolutamente buenos o malos resultan tan increíbles que por eso mismo parecen ajenos a la realidad de los alumnos. Donde más clara se muestra esta actitud es en La elección de los alcaldes de Daganzo, obra en la que nos encontramos a cuatro aspirantes a la alcaldía que se presentan ante un tribunal que debe elegir a uno de ellos atendiendo a las aptitudes de los mismos. La dualidad a la que aludimos es palmaria en los méritos que muestran los candidatos ante el tribunal, pues se entiende que deberían ser letrados para poder ejercer el cargo y sin embargo nos encontramos que todos hacen gala de ser cristianos viejos, mientras que uno, Humillos, manifiesta que no sabe leer porque eso lleva “a los hombres al brasero”; otro, Jarrete, nos cuenta que sabe arar y herrar novillos; otro, Berrocal, es un extraordinario catador de vinos; el último, Pedro Rana, teoriza sobre su labor sin que lo que expone sea realizable.

El retablo de las maravillas es considerada la obra maestra de este género y se ubica en un pueblo español que pudiera ser cualquiera al que llegan Chanfalla y Chirinos donde montan un retablo que “por las maravillosas cosas que en él se enseñan y muestran, viene a ser llamado retablo de las maravillas; el cual fabricó y compuso el sabio Tontonelo, debajo de tales paralelos, rumbos, astros y estrellas, con tales puntos, caracteres y observaciones, que ninguno puede ver las cosas que en él se muestran, que tenga alguna traza de confeso o no sea habido y procreado de sus padres de legítimo matrimonio; y el que fuere contagiado destas dos tan usadas enfermedades, despídase de ver las cosas jamás vistas ni oídas de mi retablo”. Esta descripción del maravilloso retablo nos remite a los cuentos populares, concretamente al tipo denominado por Aarne-Thompson como El traje del emperador y que se hizo famoso en occidente por la fábula de Andersen El rey desnudo. El ingenio cervantino hace que se confunda la realidad con la ficción de tal manera que los espectadores de la obra alcanzan a convertirse en actores de la misma, pues llega un punto en el que los actores y los asistentes a la representación se configuran casi al mismo nivel como espectadores de ese retablo y lo que provoca la risa se convierte en una crítica contra los principios de limpieza de sangre que tanta importancia adquieren desde la Edad Media y que se tornan fundamentales en el siglo XVI y primeras décadas del XVII. Chanfalla al concluir la obra diciendo que “la virtud del retablo se queda en su punto, y mañana lo podemos mostrar al pueblo” nos da a entender la atemporalidad de la obra, es decir, que con pequeñas variaciones, podría resultar contemporánea a cualquier época y lugar.

El viejo celoso dramatiza el tema de la novela ejemplar El celoso extremeño. En esta obra se hace una crítica al matrimonio tomando como personaje principal a Cañizares un viejo que, por celos, tiene recluida a su joven esposa la cual consigue zafarse de la reclusión del marido y llevar a cabo una desvergonzada escena que culmina el engaño a su marido. Al final de la obra, la intervención de Cristina, sobrina y cómplice de la esposa, deja palmaria evidencia de la ausencia total de sentido moral de ésta.

En El juez de los divorcios vemos acudir a diversas parejas a la justicia para que deshaga el infeliz matrimonio que sufren, no viéndose colmadas sus intenciones sino quedando condenados a seguir en la misma situación que se encuentran por considerar que “más vale el peor concierto/ que no el divorcio mejor”. El vizcaíno fingido nos presenta una broma hecha a dos cortesanas; El rufián viudo se configura como un esbozo de las clases bajas; en La cueva de Salamanca vemos a un marido cornudo y feliz; La guarda cuidadosa es una historia donde se presentan un soldado y un sacristán como rivales para obtener el amor de una criada.

Tipología de los personajes

Las normas clásicas del decoro ya habían entrado en crisis durante la Edad Media, pues el lenguaje y comportamiento de cada uno de los personajes en la obra teatral ya no se correspondía totalmente al esquema exigido por su clase social. Esta crisis se acentúa en el teatro cervantino y en particular en los entremeses donde vemos que las tipologías anodinas de los personajes se revisten de humanidad y adquieren mayor complejidad en sus obras, dejando, por tanto, esa perfección formal impuesta por la metafísica clásica. Aun cuando Cervantes se considera partidario de los preceptos de la poética antigua, sin embargo, en ocasiones vemos una ruptura respecto de la forma y función de los personajes que será característica en el teatro moderno y que nos aportan una mayor riqueza en cuanto a registros y variedades lingüísticas.

Siguiendo, con ciertos matices, uno de los preceptos aristotélicos los personajes cervantinos se presentan subordinados a la fábula, es decir, a la historia, por lo que resulta más importante que ellos la construcción de los hechos, de manera que la vida de los personajes se limita, prácticamente, a su actuación en la obra. No siempre son reductibles los personajes a meros agentes de la trama ni manifiestan una categoría moral trascendente a lo humano. No obstante, prima la tendencia de presentar sus acciones justificando el orden moral preestablecido.

El teatro de Cervantes no se construye exclusivamente con personajes prototípicos tal y como los concibe la poética aristotélica, sin embargo, como ya apuntábamos, resulta difícil separar al personaje de la historia en la que se circunscribe, pues no resultaría verosímil. Según Ana Roig en el teatro cómico cervantino podemos diferenciar doce tipologías distintas de personajes pero no todas ellas las encontramos en los entremeses, por tanto, tan sólo haremos mención de las que aparecen en éstos. Vemos pues los siguientes tipos:

- Personaje alegórico, simboliza una idea abstracta, como los celos.

- Galán.

- La mujer. En los entremeses aparece generalmente como criada y suele estar caracterizada, aunque no siempre, por la pasividad aun cuando peligren su vida o su honor.

- Gracioso. No siempre es identificable su existencia pues Cervantes modifica la construcción de este personaje en diversas facetas. Así en los entremeses lo podemos encontrar como un viejo, un sacristán…

- Rufián. Con acciones generalmente inofensivas.

- Soldado. Este personaje puede representar tanto los ideales sociales y políticos del orden moral como la pretensión de una mejora social.

Los entremeses en Secundaria

La historia nos ha legado numerosos comediógrafos y otros autores que han teorizado sobre la comedia y todavía en la actualidad adquiere una gran relevancia en el desarrollo de series televisivas y en las programaciones de diversos teatros, sin embargo, en los planes de estudios de secundaria prácticamente queda olvidada. Desgraciadamente no es sólo la comedia la que queda relegada al olvido, sino que en general el teatro se ve minusvalorado. Aventuramos diversos motivos para ello, quizá el más importante, es por la posibilidad de transmitir y acercar a las distintas clases sociales las características más diversas de la sociedad en la que se mueven. Es necesario reivindicar la presencia del teatro en las aulas tanto para acercarse a una parte de la cultura importantísima desde la antigüedad como para revitalizar la función didáctica del teatro, pues a la vez que manifiesta la realidad circundante se configura como un elemento de crítica social que por su naturaleza propia puede llegar a todos los estratos de la sociedad.

Los entremeses cervantinos pueden ser el trampolín oportuno para dar una visión de conjunto de la comedia desde la antigüedad hasta el siglo de oro tanto en el ámbito hispano como el europeo. Adolece la enseñanza secundaria de contacto con la literatura clásica aun en las asignaturas específicas para ello y por la influencia que ésta ejerce en la obra cervantina, se pueden acercar autores como Plauto, Terencio y Aristófanes a unos alumnos que quizá no tengan otra oportunidad de conocerlos. Así mismo, es innegable la influencia en el teatro cervantino tanto de Lope de Rueda como de ciertos aspectos de la Comedia del Arte, motivo más que suficiente para justificar una contraposición de sus obras.

Actualmente gozan de gran éxito series televisivas y películas que ponen su acento en la evasión, muchas de ellas cómicas, otras historicistas. También el desarrollo de diversos juegos de ordenador que facilitan que el que los utiliza se haga actor de la acción y configure prácticamente a placer el desarrollo de la historia que relatan, nos da a entender que los jóvenes están ávidos de manifestar su instinto creativo más que de adquirir una serie de conocimientos teóricos que no saben cómo aplicarlos a la vida diaria. Las leyes educativas actuales también intentan promover la creación literaria en los alumnos, lo cual va muy en consonancia con lo que acabamos de afirmar. Por otro lado, hay teorías didácticas que pretenden enseñar jugando, generalmente en educación primaria, pero que también podríamos utilizar para la educación secundaria con las adaptaciones oportunas.

Tomando todo esto en consideración, se pueden proponer diversas formas de actuación partiendo de los entremeses. En primer lugar, proponemos un acercamiento a los personajes de los entremeses y los de Lope de Rueda y los de la comedia latina para buscar similitudes o divergencias entre ellos y el tratamiento que cada uno le da en sus obras. En segundo lugar resulta oportuno contraponer la actuación de estos personajes con sus particularidades a los que nos encontramos en la Comedia del arte, que apenas si presentan cambios en su presentación pero que pone un acento especial en la improvisación. En tercer lugar, una vez se ha producido ese acercamiento a los autores y a los personajes, se hace necesaria la creación de una obra más o menos breve, como los entremeses, o la representación de alguna de ellas como forma de acercarse a la realidad del teatro y a las dificultades que entraña tanto la creación de una obra como la representación de la misma.

Por último, retomando los dos entremeses sobre los que hemos hecho especial énfasis, La elección de los alcaldes de Daganzo y El retablo de las maravillas, debemos reivindicar la atemporalidad de la literatura así como la capacidad de la comedia para llevar ante los espectadores la crítica social más mordaz, pues a nadie se nos escapan las amplias similitudes que, en la actualidad, podemos encontrar en los aspirantes al poder en sus diversas manifestaciones y aquellos que se presentan para ser elegidos como alcalde en la obra de Cervantes. Así mismo, la crítica subyacente en El retablo de las maravillas se manifiesta actualísima pues en muchas ocasiones somos testigos tanto en el ámbito académico como en la sociedad en general de situaciones en las que diversas personas manifiestan su ignorancia con tantos artificios retóricos que parece que dominan sobradamente el tema que tratan.

Bibliografía

CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de, “Ocho comedias y ocho entremeses”, en Obra completa, tomo III, Alcalá de Henares, Editorial Centro de Estudios Cervantinos, 1995.

D’AMICO, Silvio, Storia del teatro, Ed. Garanzati, 1970.

GARCÍA SIERRA, Begoña Leticia, Sociedad y personajes en los Pasos de Lope de Rueda, Burgos-La Rioja, AISO. Actas VI, 2002, Tomo I, pp. 853-862.

HAUSER, Arnold, Historia social de la literatura y el arte, Barcelona, Editorial RBA, 2005.

PAVIS, Patrice, Diccionario del teatro: dramaturgia, estética, semiología, Barcelona, Editorial Paidós, 1998.

RIQUER, Martín de y VALVERDE, José María, Historia de la literatura universal, Barcelona, Editorial RBA, 2005.

ROIG HERNÁNDEZ, Ana, Sobre el teatro de Cervantes en http://parnaseo.uv.es/Ars/Estudios/A_Roig.htm.

RUIZ RAMÓN, Francisco, Historia del teatro español (desde sus orígenes hasta 1900), Madrid, Editorial Cátedra, 2000.